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Noticias: 27/01/2020
Indice de supervivencia al cáncer: qué significa para tu pronóstico
Conoce qué información puede darte un índice de supervivencia y cuál no. Esto puede ayudarte a poner en perspectiva las estadísticas de supervivencia.
Cuando reciben el diagnóstico de cáncer, muchas personas preguntan sobre su pronóstico. Es posible que quieras saber si el cáncer es relativamente fácil o más difícil de curar. El médico no puede predecir el futuro, pero puede hacer una estimación según las experiencias de otras personas con el mismo tipo de cáncer.
¿Qué es la tasa de supervivencia del cáncer?
Las tasas o las estadísticas de supervivencia del cáncer te indican el porcentaje de personas que sobreviven a un determinado tipo de cáncer durante un período específico. Las estadísticas del cáncer generalmente se basan en una tasa de supervivencia general de cinco años.
Las tasas de supervivencia suelen expresarse en porcentajes. Por ejemplo, la tasa de supervivencia general de cinco años para el cáncer de vejiga es del 78 por ciento. Eso significa que de todas las personas que tienen cáncer de vejiga, 78 de cada 100 viven cinco años después del diagnóstico. A la inversa, 22 de cada 100 mueren dentro de los cinco años posteriores al diagnóstico de cáncer de vejiga.
Las tasas de supervivencia del cáncer se basan en una investigación de la información obtenida de cientos o miles de personas con un tipo de cáncer específico. Una tasa de supervivencia general comprende personas de todas las edades y trastornos de salud de todo tipo que han recibido diagnóstico de cáncer, incluso los que recibieron un diagnóstico muy temprano y los que recibieron uno muy tardío.
Es posible que tu médico pueda brindarte estadísticas más específicas según tu estadio del cáncer. Por ejemplo, el 56 por ciento, o un poco más de la mitad, de las personas que recibieron un diagnóstico de cáncer de pulmón en estadio temprano vivieron durante, al menos, cinco años después del diagnóstico. La tasa de supervivencia de cinco años para personas que recibieron un diagnóstico de cáncer de pulmón en estadio tardío que se ha diseminado (ha hecho metástasis) a otras partes del cuerpo es del 5 por ciento.
Las tasas de supervivencia generales no especifican si quienes sobreviven al cáncer continúan recibiendo tratamiento a los cinco años o si ya no tienen cáncer (alcanzaron la remisión). Otros tipos de tasas de supervivencia que aportan información más específica comprenden los siguientes:
  • Tasa de supervivencia sin enfermedad. Esta es la cantidad de personas que no tienen rastros del cáncer después del tratamiento.
  • Tasa de supervivencia sin avance. Esta es la cantidad de personas que recibieron tratamiento para el cáncer y no tienen signos de recurrencia del cáncer o tienen cáncer, pero se ha mantenido estable y no se ha diseminado.
Las tasas de supervivencia del cáncer generalmente usan una tasa de supervivencia de cinco años. Eso no significa que el cáncer no pueda reaparecer una vez pasados los cinco años. Ciertos tipos de cáncer pueden reaparecer muchos años después de haberse detectado y tratado por primera vez. En algunos tipos de cáncer, si no han reaparecido dentro de los cinco años posteriores al diagnóstico inicial, la probabilidad de recurrencia es muy baja.



07/jun/2019
Situación mundial de la tuberculosis
Mycobacterium tuberculosis (Mtb), agente etiológico de la tuberculosis (TB) humana, causa anualmente alrededor de tres millones de muertes e infecta de manera latente entre uno y dos mil millones de personas. El resurgimiento mundial de la TB se atribuye al aumento de la migración internacional, fallas en los sistemas de salud público, ineficacia de la vacuna BCG, la pobreza de ciertos países de África, Asia y América Latina, la baja sensibilidad de los métodos de diagnóstico, pero por sobre todo a la pandemia VIH/SIDA. Se estima que 4% de los casos corresponden a Mtb resistentes a más de una droga antituberculosa (MDR-TB), condición difícil de tratar, costosa y no siempre curable. En el caso de cepas ultra resistentes (MDXR-TB) prácticamente no hay opción de tratamiento. Más aun, las drogas disponibles son ineficaces para el tratamiento de individuos infectados de manera latente.
                                                          --Nancy P. Maulén (Revista Medica de Chile)
Noticias 29/10/2018

La evolución de los microorganismos patógenos. "¿Aprendiendo a ser malos?"

Cómo surge un microorganismo patógeno, cómo se hace patógeno o de dónde viene, son cuestiones a discutir aquí, porque parece lógico asumir que el hábitat fue antes que el microorganismo adaptado a él; así que si antes fue el huésped que el patógeno, ¿cómo se da el paso hacia hacerse patógeno? ¿Era patógeno de otro huésped y se adapta a un nuevo huésped?, o ¿era comensal sobre ese huésped y se hace patógeno?, hay múltiples ejemplos de ambas opciones, de virus que superan una determinada barrera específica de huésped, así como de cepas patógenas de especies habitualmente comensales, como las cepas patógenas de Escherichia coli. ¿Dónde estaba E. coli o su antecesor, antes de que existiera su hábitat natural, el tubo digestivo humano? ¿Cómo algunas cepas de E. coli se han hecho enteroinvasoras o uropatógenas? Intentaremos dar algo de luz a estas preguntas y, sobre todo, dejar abiertas a la reflexión y al conocimiento de nuevos datos otras. Una matización inicial: las enfermedades infecciosas, resultado de la interacción de un microorganismo patógeno con el organismo huésped, evolucionan como resultado de varios elementos, la evolución del huésped y la del patógeno, la interacción entre ambos y una serie de factores que inciden y modulan dicha interacción; aunque en estas líneas trataremos de centrarnos en la evolución de un solo elemento, el microorganismo patógeno. Ya Darwin se interesó en la transmisión de las enfermedades infecciosas, como la escarlatina, pero enfocó esta cuestión desde el punto de vista de que las enfermedades infecciosas funcionan como un agente selectivo en la evolución del huésped, y no desde la evolución del propio microparásito. Como ilustraba Haldane «es más fácil para un ratón tener un conjunto de genes para resistir a Salmonella typhimurium, que para resistir a los gatos», aunque yo a veces no veo esto tan claro.
Un aspecto crucial en este tema es lo que llamamos «coevolución» huésped-parásito, es decir, la evolución de ambos elementos de la interacción apoyada en los mecanismos derivados de la influencia mutua entre ambos. Relacionado con este aspecto, quizás habría que fijarse en ejemplos muy conocidos de simbiosis microbio-huésped, donde ambos elementos se han adaptado a la vida común y «ya no pueden vivir el uno sin el otro» tras un prolongado proceso de coevolución que ha llevado a que incluso compartan mecanismos bioquímicos y moléculas. Son casos espectaculares la microbiota del rumen o del tubo gastrointestinal de las termitas, o los nódulos fijadores de nitrógeno de Rhizobium-leguminosas que, no olvidemos, comienzan a formarse tras un proceso de infección, aunque ésta no desencadena un proceso de enfermedad en el huésped, sino todo lo contrario, formas de vida imposibles sin estas simbiosis. Pero estos temas de «buenos» necesitarían tratarlos aparte, y hoy vamos a hablar de «malos». Desde el punto de vista de la evolución del huésped y del patógeno en base a la interacción entre ambos, resultan muy elegantes y atractivos los trabajos del Prof. Ebert y cols. (Capaul y Ebert, 2003, Evolution, 57, 249-260; Decaestecker y cols., 2003, Evolution, 57, 784-792), que aportan luz a estos procesos de coevolución, en los que el parásito evoluciona en respuesta al huésped y el huésped en respuesta al patógeno, en un modelo que puede ser observado en directo, ya que realizan una serie de llamativos experimentos empleando diferentes clones de Daphnia magna (huésped) y de algunos protozoos y bacterias parásitos de la pulga de agua, que han puesto de manifiesto concluyentemente, entre otras cuestiones, que la interacción con los parásitos es una clara fuente de selección en las poblaciones del huésped, basándose en factores como la susceptibilidad del huésped o la infectividad y virulencia del parásito.
Bien, centrémonos ahora en la evolución de la virulencia del microorganismo patógeno y recordemos que, en términos microbiológicos, la patogenicidad es la capacidad que tiene un microorganismo para producir una enfermedad, mientras que el término virulencia se suele usar para hacer referencia al grado de daño/mortalidad provocado por el patógeno. La virulencia evoluciona en base a los mecanismos de variación genética y selección natural, pero se aceptaba de forma general que esta evolución del microorganismo patógeno viene dirigida fundamentalmente por la interacción con el huésped y la producción de enfermedad (Read, 1994, Trends in Microbiology, 2, 73-76). Clásicamente, se viene considerando que la transmisión del patógeno y su virulencia están asociados y esto, en cierto sentido, supone un lastre para la evolución del patógeno, pues inducir la muerte del huésped es costoso para el patógeno; así una baja tasa de reproducción del patógeno afectará poco a la longevidad del huésped (su hábitat), pero implica que se transmitirá poco, mientras que una alta tasa de reproducción (aumento de virulencia) incrementa su transmisión, pero sólo durante el tiempo que el huésped permanece vivo. Sin embargo, este modelo de evolución de la virulencia basado directamente en la interacción con el huésped se considera cada vez menos general y como un mecanismo muy débil para la rápida selección de cambios significativos en la virulencia. Recientemente, se han propuesto otros modelos de selección de la virulencia en base a cambios del huésped o a la asociación de la virulencia con otras características de la bacteria (Levin y Bull, 1994, Trends in Microbiology, 2, 76-81; Ebert y Bull, 2003, Trends in Microbiology, 11, 15-20). Así, la selección directa de la virulencia constituye una alternativa que cada vez acumula más pruebas, en base a que la virulencia no suele ser una función única del patógeno, sino que implica muchas propiedades (diferentes factores de virulencia, especificidad por tejidos o genotipos del huésped, etc). Además, tenemos que considerar que la evolución de los patógenos no está, en la mayoría de los casos, basada en la inducción de daño o mortalidad en el huésped (virulencia), sino basada en la selección de otras propiedades más relacionadas con el fitness (expectativas de supervivencia) del patógeno, que a veces están directamente relacionadas con la virulencia, pero que en muchos casos esta relación es indirecta, a través de otras propiedades de la bacteria, como la resistencia a los antibióticos, la infectividad, la capacidad de evadir el sistema inmune, la capacidad de supervivencia fuera del huésped, etc.
Otra consideración importante es que la filogenia, en el caso de las bacterias, ya no es un árbol, el árbol universal de la vida está seriamente cuestionado, y es que este modelo filogenético de árbol resulta demasiado simple para entender el devenir evolutivo de los procariotas. Hay toda una extensa trama de conexiones transversales entre las múltiples «ramas» de bacterias y arqueas, generada sobre todo por la transferencia horizontal de genes, lo que produce un árbol «enmarañado». Es más, en este contexto de «árbol reformado», se cuestiona incluso la existencia de una sola raíz o ancestro común universal (Doolittle, 2000, Investigación y Ciencia, Abril, 26-32; Bapteste y cols., 2004, Trends in Microbiology, 12, 406-411). La teoría general de la evolución adaptativa en bacterias es cuantitativa y cualitativamente distinta a la de eucariotas con reproducción sexual. Así, en la variación genética en bacterias, las tasas de recombinación genética homóloga en el proceso reproductivo son muy bajas, mientras que juega un papel fundamental la transmisión horizontal de genes y elementos genéticos accesorios (plásmidos, transposones, profagos, etc), que permite a las bacterias adquirir y expresar genes de un amplio rango de especies diferentes (Levin y Bergstrom, 2000, PNAS, 97, 6981-6985). En lo que respecta a las bacterias patógenas hay múltiples datos que apoyan la idea de que el hacerse patógeno, es sólo cuestión de recibir un determinado elemento genético por transferencia horizontal. Por ejemplo el hecho de que bacterias patógenas de muy distintos tejidos y huéspedes, incluso de animales y de plantas, compartan genes y mecanismos de implicados en la patogenicidad, a pesar de la diversidad taxonómica en algunos casos (Encuentros en la Biología nº13, 1994), o la existencia de cepas patógenas y no patógenas muy relacionadas, incluso de la misma especie y que se diferencian sólo en la presencia/ausencia de algunos genes directamente relacionados con la patogenicidad.
Un punto de vista fundamental en este tema es el que aporta el descubrimiento de las denominadas islas genómicas (GI), y, en el caso de que porten genes implicados en la virulencia, islas de patogenicidad (PAI). Las GI son elementos genéticos móviles, relativamente grandes (> 10 kb) que se integran en el cromosoma o en plásmidos asociados a secuencias de tRNA. Se identifican, además, por presentar secuencias repetitivas flanqueantes, diferente contenido en G + C y de uso de codones; codifican diferentes funciones, como la resistencia a antibióticos, funciones relacionadas con fitness, o factores de virulencia, y entonces se denominan PAI, por asociarse con microorganismos patógenos y contribuir a introducir cambios rápidos en el potencial de virulencia. La asociación de genes relacionados con la patogenicidad a elementos móviles del genoma como plásmidos o PAI, hace que el papel de la transmisión horizontal —intercepas o interespecífica— de genes de virulencia sea un hecho bastante frecuente en la naturaleza, con el potencial evolutivo añadido que esto implica respecto a que la transmisión fuera exclusivamente vertical. Los avances genómicos están poniendo de manifiesto cómo ciertas incorporaciones de fragmentos relativamente pequeños al genoma implican cambios importantes en las formas de vida bacteriana y en las interacciones bacteria-huésped (simbiosis, comensalismo, patogenicidad), y son muchos los datos que apoyan la importancia de la transmisión horizontal en la evolución de los microorganismos patógenos.
A modo de ejemplo, la información obtenida desde la secuenciación del genoma de distintas cepas de E. coli y otras enterobacterias con diferentes hábitat y tipos de interacción bacteria-huésped, ha permitido obtener mucha información sobre ¿en qué se diferencian? y ¿qué tienen en común? Así, las enterobacterias comparten una buena parte de su genoma, pero su adaptación-relación con muy diferentes ambientes y huéspedes es muy diversa: comensales en intestinales tubo digestivo de humanos y otros mamíferos (E. coli, Enterobacter cloacae), simbiontes con poiquilotermos e invertebrados (Buchnera, Blochmania, Photorhabdus), microbiota de la rizosfera (Klebsiella pneumoniae), patógenos de humanos y mamíferos mediante infecciones intestinales (Salmonella enterica, Yersinia enterocolitica) o extraintestinales (Yersinia pestis, E. coli uropatogénicos) o patógenos de plantas (Erwinia carotovora). El análisis del genoma de la cepa 536 de E. coli, uropatogénica, pone de manifiesto la presencia de varias PAI, entre ellas la PAI IV, que incluye una serie de factores de virulencia, como sideróforos, hemolisina, fimbrias y resistencia al suero. Mientras que en el genoma de la cepa K-12 de E. coli, comensal en el intestino y habitual en el laboratorio, no se ha detectado ninguna PAI (Dobrindt y cols., 2002, J. Bacteriology, 70, 6365-6372). Pues bien, en la cepa Nissle 1917 de E. coli, comensal y no patógena, pero buena colonizadora y empleada como probiótico en medicina, se han descrito cuatro GI, que contienen muchas propiedades relacionadas con el fitness y una de ellas, la GI IV, es prácticamente idéntica a la PAI de E. coli 536 y, por tanto, contiene genes relacionados con la virulencia y colonización (sideróforos, fimbrias, etc) (Grozdanov y cols., 2004, J. Bacteriology, 186, 5432-5441). Asimismo, empleando un Patho-Array basado en 456 ORF, de distintas PAI, se ha localizado la presencia de la PAI IV en diferentes cepas patógenas de E.coli, Yersinia, Klebsiella, Enterobacter, y…«no patógenas comensales» de E.coli, Klebsiella, Photorabdus (Dobrindt y cols, 2003, J. Bacteriology, 185, 1831-1840), ¿por qué éstas no se comportan como patógenas? Posiblemente les faltan algunos elementos más —¿otras PAI?— pero, de cualquier forma, al menos están contribuyendo al mantenimiento en las poblaciones bacterianas de estas PAI y a su difusión a las cepas de otros hábitats y huéspedes (Dobrindt y cols, 2004, Nature Rev. Microbiology, 2, 414-424). Estos datos nos deben llevar a ser muy cautos, por ejemplo, con el empleo de microorganismos probióticos, en general comensales no patógenos y buenos colonizadores, pero que pueden recibir o transferir elementos genéticos indispensables para la patogenicidad y «hacerse patógenos» o «hacer a otros». Cuidado, que por lo que parece «hacerse malo» no es tan difícil, «si ya tienen la pistola, sólo tienen que recibir las balas», o viceversa. A veces, podría pensarse que sería más seguro usar, por ejemplo como probiótico, un OMG cuyo genoma y sus potencialidades se conocen íntegramente, a un aislado natural del que sabemos poco o nada ¿o no?
Por si fuera poco, la «promiscuidad genética» bacteriana aumenta el potencial evolutivo de los microorganismos patógenos mediante la transferencia horizontal de genes. Este potencial evolutivo se está viendo favorecido y acelerado fuertemente en los últimos años por la actividad humana, ilustraremos este aspecto con dos cuestiones de gran importancia para la evolución de los microorganismos patógenos y, por ende, de las enfermedades infecciosas.
El uso indiscriminado y excesivo de los antibióticos en la clínica humana y veterinaria, y en otras actividades como la agricultura o la ganadería, es un factor selectivo muy potente, no sólo para seleccionar bacterias resistentes a los antibióticos, sino también en la selección de elementos genéticos que además contienen genes relacionados con la virulencia (Encuentros en la Biología, nº 87, 2003). No olvidemos que, con frecuencia, los genes de resistencia a antibióticos están asociados a plásmidos, GI y otros elementos genéticos móviles, transferibles horizontalmente, y a cuya selección contribuyen. Y que, asimismo, a estos elementos se asocian también factores de virulencia, por lo que también pueden contribuir indirectamente a la selección de la virulencia. El mal uso de los antibióticos, una vez más, demuestra la gran ignorancia de la humanidad en relación con lo que nos enseña la historia natural.
Un segundo aspecto favorecedor del intercambio genético entre microorganismos asociado a la actividad humana, sería el trasiego de «microbios sin fronteras»; los movimientos poblacionales y las actividades comerciales y turísticas, favorecen en la actualidad un continuo trasiego de personas y mercancías, que facilita la diseminación de microorganismos, incluidos los patógenos y sus vectores, por todo el planeta.
A modo de resumen, hacer referencia a un sugerente artículo del Dr. Baquero (Baquero, 2004, Nature Rev. Microbiology, 2, 510-518), donde propone que, para entender la evolución de las bacterias patógenas en cuanto a la adquisición de genes de virulencia o de resistencia, debemos considerar este proceso como el resultado de la incorporación de nuevas «piezas» mediante procesos de «ingeniería evolutiva», es decir, mediante la generación de elementos genéticos nuevos, que se someten a los procesos adaptativos al instante. Estos elementos son el resultado de la combinación de tres tipos de piezas: operativas (genes resistencia o virulencia), translocativas (secuencias inserción, recombinasas, etc) y dispersivas (plásmidos, GI, etc). Esta ganancia de piezas adicionales y los procesos selectivos aumentan las posibles interacciones futuras y, por tanto, llevan hacia un cada vez mayor rango de posibilidades adaptativas de los nuevos patrones generados, en lo que se ha denominado «capitalismo genético». Terminaré con dos frases para la reflexión de la conferencia de clausura del Prof. J. Davies en un simposio: «Los microbios siempre tienen la última palabra» (L. Pasteur), y «No siempre son las especies más fuertes, ni las más inteligentes, las que sobreviven, sino aquellas que mejor responden a los cambios» (C. Darwin). Por tanto, en la lucha contra las enfermedades infecciosas, como en otras tantas cosas, aprendamos de la historia natural, seamos menos pretenciosos y tratemos de adaptarnos mejor a los cambios, en lugar de creernos los matones del barrio y que acabaremos con los microorganismos patógenos porque somos fuertes y listos, e intentemos buscar un equilibrio para seguir aquí: las bacterias ya llevan aquí demasiado tiempo como para que unos listillos recién llegados las eliminen. Sí, la viruela humana se ha erradicado, pero, ¿y los brotes que se están dando de la viruela del mono en humanos …?
Fuente:http://www.encuentros.uma.es/encuentros100/patogenos.htm

Noticias 12/10/2018
Impresionante: Estos son los 10 remedios más caros del mundo

La mayoría son sólo paliativos. Importantes es cierto. Porque logran  mejorar notablemente la calidad de vida de mucha gente que padece  enfermedades
que, de tan raras, no tienen cura; y someten a los enfermos  a una vida de dolor y frustración. Pero sólo uno ofrece una cura  permanente,
los demás alargan un poco la vida.

1- Luxturna
425 mil dólares (+de 8 millones de pesos mx al año)
Es una droga capaz de  curar la distrofia retiniana, una rara enfermedad hereditaria que puede  llevar a la pérdida de la visión. El tratamiento consiste en la  inoculación de un virus que inserta nuevos genes en los ojos de los  pacientes afectados por esta poco usual discapacidad visual.
¿Por qué es tan caro? Al  contrario que los medicamentos tradicionales que suelen tomarse durante  meses o años, esta terapia están diseñadas para una aplicación única  que hace frente a la enfermedad de raíz, reparando el ADN defectuoso  para que el cuerpo pueda restaurarlo por sí mismo (aun por comprobar los resultados a futuro).

2- Soliris
409.500 dólares (poco menos de 8 millones de pesos mx al año)
Este medicamento es para el  tratamiento de dos extrañas condiciones que afectan la sangre:  hemoglobinemia paroxismal nocturna y síndrome urémico hemolítico  atípico. Fue creado y comercializado por Alexion Pharmaceutical.
¿Por qué es tan caro? En  gran parte debido a los $ 800 millones de dólares de inversión y 15  años de investigación. (Es lo que ellos dicen y no se puede corroborar o auditar) Pero también por su grandes resultados. Los  estudios muestran que el uso de Soliris logró una reducción del 90% en  la complicación más grave y causa de la muerte de la hemoglobinuria  paroxística nocturna. (un buen paliativo)

3- Elaprase
375 mil dólares (mmmmhh varios millones de pesos al año)
Los pacientes que sufren de  síndrome de Hunter , una enfermedad hereditaria causada por una carencia  de la enzima iduronato sulfatasa puede encontrar alivio en la forma  recombinante de esta enzima.
¿Por qué es tan caro? Es  la única forma de tratamiento para esta enfermedad incurable. La ley  del mercado manda. Es fabricada por la farmacéutica Shire.

4- Naglazyme
365 mil dólares
Se trata de una enzima humana  purificada que se utiliza para tratar el síndrome de Maroteaux-Lamy,  una rara enfermedad genética del metabolismo que normalmente se presenta  en la infancia a través de retraso del crecimiento en niños  intelectualmente normales, y puede causar daño a los tejidos y el  retraso mental. La administración del fármaco mejora el crecimiento y el  movimiento de la articulación, así como el rango de movimiento y  control del dolor.
¿Por qué es tan caro?  Desarrollado y comercializado por la empresa Biomarin, muestra buenos  resultados, pudiendo devolver algo de normalidad al desarrollo y calidad  de vida de los pequeños pacientes.

5- Cinryze
350 mil dólares
Es un tratamiento contra el  angioedema hereditario, que produce hinchazón severa, a menudo en la  cara y las vías respiratorias, causada por los bajos niveles o el  funcionamiento inadecuado de la proteína C1 inhibidor. Esta condición es  hereditaria, y por lo general hay antecedentes familiares, pero a  menudo, las muertes por angioedema hereditario son diagnosticados o  reportados como una muerte repentina y prematura.
¿Por qué es tan caro?  El medicamento es elaborado por el laboratorio ViroPharma es el único  tratamiento existente, que realizó una inversión de 500 millones de  dólares para su investigación y su desarrollo. El año pasado, ViroPharma  anunció una recaudación de 370 millones de dólares.

6- Folotyn
350 mil dólares
Se receta cuando las drogas  convencionales que combaten al cáncer no dan resultado. Quienes padecen  de linfoma periférico de Célula T, tienen una esperanza en este  medicamento. El remedio es fabricado por el laboratorio Allos  Therapeutics.
¿Por qué es tan caro? Es la última  esperanza para quienes no han obtenido resultados positivos con otros  tratamientos. Este medicamento funciona al matar las células cancerosas,  y tiene un curso corto de tratamiento (6 semanas) (eficacia aun por demostrar que sea un poco mejor que la quimio).

7- ACTH
300 mil dólares
Este medicamento se utiliza para  tratar los espasmos infantiles, convulsiones, que a menudo afectan a los  niños de 4 a 6 meses de edad. Las inyecciones diarias de ACTH se  conceden por un periodo de semanas hasta varios meses.
¿Por qué es tan cara?  Esta droga no está aprobado por la Agencia de medicamentos de Estados  Unidos (FDA, según sus siglas en inglés) para el tratamiento de los  espasmos infantiles, y eso significa que pueda ponérsele cualquier  precio.

8- Myozyme
300 mil dólares
Desarrollado por Genzyme, fue  creado para tratar una enfermedad rara y con frecuencia fatal,  enfermedad de Pompe, que desactiva los músculos del corazón y  esquelético. A menudo afecta a los bebés: la mayoría mueren en el primer  año, y los que sobreviven suelen necesitar asistencia para hablar,  respirar y desplazarse.
¿Por qué es tan caro? La  enfermedad de Pompe es incurable y la calidad de vida es muy baja. Este  remedio logra que los pacientes puedan hablar, caminar y alimentarse  por sí mismos. La historia de esta droga es contada en la película  “Medidas extraordinarias (Extraordinary Measures)”, que protagonizan  Brendan Fraser y Harrison Ford. El film está inspirada en la historia  real de John Crowley, un hombre que desafió el saber convencional y que  arriesgó el futuro de su familia para conseguir que curasen a dos de sus  hijos que padecen la enfermedad de Pompe.

9- Arcalyst
250 mil dólares
Se usa para tratar algunos de  los síntomas de enfermedades genéticas raras como el síndrome de auto  inflamación inducido por el frío (FCAS, por sus siglas en Inglés) o el  síndrome de Muckle-Wells (MWS, por sus siglas en Inglés). El síndrome de  auto inflamación inducido por el frío y el síndrome de Muckle-Wells son  trastornos inflamatorios, en los que el cuerpo desarrolla ciertos  síntomas sin una causa conocida (como virus, bacteria, o enfermedad).  Estos síntomas incluyen fiebre, escalofríos, fatiga, y dolor de las  articulaciones. Los síntomas más graves pueden afectar los huesos y  articulaciones, el sistema nervioso central (sordera, pérdida de la  visión, deterioro mental), u órganos importantes como los riñones.
¿Por qué es tan caro? Se  trata del único medicamenteo que puede tratar o prevenir los síntomas  del síndrome de auto inflamación inducido por el frío y el síndrome de  Muckle-Well.

10- Ceredase / Cerezyme
150 mil dólares
Se utiliza para  tratar a pacientes con diagnóstico confirmado de enfermedad de Gaucher  de tipo I o III y que presenten signos de la enfermedad como: anemia  (escasez de glóbulos rojos), tendencia a sangrar con facilidad (debido a  la escasez de plaquetas, un tipo de célula sanguínea), hipertrofia del  bazo o del hígado u osteopatía (enfermedad ósea). Las personas que  sufren la enfermedad de Gaucher presentan una concentración baja de una  enzima conocida como -glucosidasa ácida. Esta enzima ayuda al organismo a  controlar las concentraciones de glucosilceramida. La glucosilceramida  es una sustancia natural del organismo que está formada por azúcar y  grasa. Cuando se sufre la enfermedad de Gaucher, las concentraciones de  glucosilceramida pueden ser demasiado elevadas.
¿Por qué es caro? Cerezyme  está compuesto por una enzima artificial denominada imiglucerasa que  puede sustituir a la enzima natural -glucosidasa ácida carente o que no  es lo suficientemente activa en los pacientes que sufren la enfermedad  de Gaucher.





Noticias 13/08/2018

¿Es la quimioterapia eficaz contra el cancer?

La quimioterapia, la radiación y la cirugía son los tratamientos oficiales para el cáncer
Historia de la quimioterapia
En diciembre de 1945, un barco de guerra norteamericano fue atacado en el puerto de Bari, Italia. Llevaba 100 toneladas de gas mostaza, un arma química. Fue un gran desastre. El gas mostaza fue liberado, y murieron muchas personas. Los oficiales médicos notaron que los sobrevivientes sufrieron una profunda depresión de la médula y una gran disminución del número de glóbulos blancos. Surgió así la idea de administrar este tipo de sustancias químicas a pacientes oncológicos. Estas sustancias matan a todas las células de división rápida del cuerpo, al momento de la administración del medicamento. Como las células cancerosas se dividen rápidamente, según la teoría, la quimioterapia las destruye, mientras que preserva las células de división más lenta. Después de la 2° Guerra Mundial, se eligió a Cornelius Rhoads, que había sido Jefe del Servicio de Armas Químicas del ejército de los EE.UU., como nuevo director de investigaciones del Centro Oncológico Memorial Sloan-Kettering (el centro de tratamiento e investigación oncológica más importante y famoso del mundo). Bajo su dirección, se emprendió la investigación de 1.500 tipos de gas mostaza nitrogenado como tratamiento para el cáncer.

En 1971, el presidente Nixon declaró la guerra contra el cáncer, en la que se invirtieron decenas de miles de millones de dólares durante varias décadas, en investigación y tratamiento con quimioterapia. Se creía que con suficiente inversión, se podría erradicar el cáncer.

Científicos críticos
Si bien se cree que la quimioterapia ha contribuido sustancialmente en el tratamiento del cáncer, a mediados de la década de los 80 empezaron a publicarse artículos científicos que ponían en duda tal creencia. En 1985, el Dr. John Cairns, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, publicó un artículo sobre la guerra contra el cáncer, en el que demostró que la quimioterapia salvaba las vidas de solamente entre el 2% y el 4% de los pacientes. Según él, a pesar de la inmensa inversión en investigación, este tratamiento no era capaz de vencer a ninguno de los cánceres más comunes.
Al año siguiente, el Dr. John C. Bailar III (Ph.D.) publicó un estudio muy importante.
El Dr. Bailar tenía un altísimo prestigio en la comunidad médica, había sido editor de la Revista del Instituto Nacional del Cáncer, y pertenecía al Departamento de Bioestadísticas de la Escuela de Salud Pública de Harvard. Depues de evaluar cuidadosamente las estadísticas, perdió la fe en la quimioterapia y también en la guerra contra el cáncer. En sus palabras, los intentos crecientes e intensos de mejorar el tratamiento del cáncer, durante los últimos 35 años, han tenido muy poco efecto sobre el parámetro más fundamental de resultado clínico: la muerte. A grandes rasgos, los esfuerzos para controlar el cáncer han fracasado.

En 1990, el Dr. Ulrich Abel, experto en bioestadística oncológica de la Universidad de Heidelberg, Alemania, publicó el estudio más abarcativo jamás realizado sobre la quimioterapia. Su inquietud fue creciendo durante diez años de trabajo en el área de estadística en oncología clínica. Dice el Dr. Abel: Un análisis sobrio y desprejuiciado de la literatura revela que los regímenes (de medicamentos) en cuestión raramente tienen algún beneficio terapéutico… Para la gran mayoría de los cánceres epiteliales avanzados, no hay evidencia de que el tratamiento con estas drogas extienda o mejore la vida. Esta afirmación es asombrosa viniendo de un miembro del establishment del cáncer. En Alemania, le publicaron un importante artículo, mayormente favorable, en Der Spiegel, el equivalente alemán de la revista Time. En otros países, no se le dio a su trabajo la importancia que tiene. Al decir epitelial, el Dr. Abel se refiere a las formas más frecuentes de adenocarcinoma – pulmón, mama, próstata, colon, etc. Estos constituyen por lo menos el 80% de las muertes de cáncer en los países industriales avanzados. Cada vez con mayor frecuencia, se utiliza quimioterapia en casos avanzados de cáncer. En todo el mundo, mueren más de un millón de personas a causa de estos tipos de cáncer, y la mayoría recibe alguna forma de terapia citotóxica sistémica antes de morir.

Mientras escribía su monografía, el Dr. Abel realizó una encuesta entre cientos de oncólogos. Las opiniones personales de muchos oncólogos, nos informa, parecen contrastar de manera significativa con lo que se comunica al público. De hecho, el Dr. Abel cita estudios en los que muchos oncólogos sostienen que no utilizarían quimioterapia si tuvieran cáncer. El establishment atribuye el supuesto aumento histórico en la tasa de supervivencia a 5 años de las últimas décadas a los efectos beneficiosos de la quimioterapia. Los expertos modernos en metodología están de acuerdo en que la única manera de obtener información confiable sobre el valor relativo de dos terapias es realizar comparaciones aleatorias. Es sorprendente que casi nunca se lleven a cabo tales comparaciones en el caso de las terapias ortodoxas. La supervivencia a 5 años puede ser mejor hoy que años atrás debido a mejoras en la detección temprana y/o a mejoras en los cuidados paliativos.
Si la realidad de la quimioterapia es tan poco alentadora como dice el Dr. Abel, ¿cómo surgió la idea de utilizarla para los tipos principales de cáncer? Uno de los motivos es que a menudo las drogas sí logran algo: reducen los tumores. Pero en contra de lo que comúnmente se cree, la reducción de la masa del tumor no alarga la vida. De hecho, en ocasiones, el cáncer regresa más agresivamente, porque matar al 99% de las células cancerosas alienta el crecimiento de cepas de células malignas resistentes a las drogas.

¿Al menos la quimioterapia no mejora la calidad de vida del paciente?
Probablemente otorga un alivio psicológico al pensar que se está haciendo algo contra la enfermedad (sin embargo, como acabamos de ver, esto puede no ser cierto en la mayoría de los casos). Es valioso si alivia los síntomas, como en el cáncer en la cabeza o en el cuello. Pero como señala el Dr. Abel, hasta ahora no han habido estudios aleatorios que brinden una clara evidencia de que la quimioterapia mejora la calidad de vida. De hecho, la mayoría de estas drogas son tan tóxicas que pueden disminuir mucho la calidad de vida.
¿Y qué hay de la infrecuente y afortunada persona cuyo carcinoma avanzado parece curarse por el tratamiento con drogas?
Hay que evaluar el beneficio de esta persona contra el costo total de todos aquellos que reciben el tratamiento y no se benefician, la totalidad del riesgo versus el beneficio, de lo contrario el argumento adquiere la misma lógica que una recomendación de apostar basada en las ganancias de los ganadores
En resumen, según el Dr. Ulrich Abel, la oncología no ha sido capaz de proporcionar bases científicas sólidas para la terapia citotóxica tal como se la usa actualmente. Sin embargo, la tesis de la eficacia de la quimioterapia ha tomado el carácter de un dogma. De hecho, tanto en Alemania como en los EE.UU., no es ético no brindarle estos tratamientos tóxicos a un creciente número de pacientes. Por lo tanto, la oncología clínica se ha vuelto prisionera de su propio dogma.

Uno de los pocos estudios que comparó pacientes que recibían tratamiento oncológico convencional con pacientes que no recibían ningún tratamiento fue dirigido por el Dr. Hardin Jones, profesor de física y fisiología médicas en la Universidad de California. Ante un panel de la Sociedad Norteamericana del Cáncer, dijo: “Mis estudios han demostrado de manera concluyente que los pacientes que no reciben ningún tratamiento viven de hecho hasta cuatro veces más que los que sí lo reciben. Para un tipo típico de cáncer, las personas que no aceptaron el tratamiento vivieron un promedio de 12 años y medio. Aquellos que aceptaron la cirugía y otros tratamientos vivieron de promedio sólo 3 años.
Más sobre la reducción de los tumores

Quienes tienen cáncer suelen preguntar ¿Qué mejoras tengo con la quimioterapia? A menudo los médicos dicen que la respuesta puede ser del 60% o 75%. Para el paciente esto suena muy alentador, y entonces acepta la quimio, por más que implique un gran sufrimiento, creyendo que los beneficios serán mayores que los efectos negativos. Pero tal como lo señala Ralph Moss, Ph.D., en su libro Cuestionando la quimioterapia (1995), el médico dice índice de respuesta pero el paciente oye cura.
Estos pacientes y sus familias pueden ponerse furiosos al darse cuenta de que por lo general la respuesta no significa más tiempo de vida ni una mejor calidad de vida. Aunque la creencia de que la reducción del tumor extiende la vida se acepta casi universalmente, esta creencia es falsa. Algunos oncólogos tienen bien claro que esto es así… saben que la reducción del tumor no dice nada sobre las expectativas de vida del paciente… la reducción del tumor es el principal parámetro de efectividad de la quimioterapia. Esto tiene mucha importancia, porque los médicos rutinariamente buscan lograr tal respuesta, y le dicen a sus pacientes que es un objetivo muy deseado en el tratamiento (basados en esta creencia falsa) […] Esta es una de las ilusiones primarias de la oncología.
En 1988, un científico del Instituto Nacional del Cáncer (EE.UU.) publicó estadísticas en el prestigioso Cecil´s Textbook of Medicine indicando que para muchos tipos de cáncer (cáncer de mama, estómago, próstata, cabeza y cuello, vejiga y otros) la tasa de respuesta a la quimioterapia era de 75%. Sin embargo, para estos mismos cánceres, casi no había casos de sobrevida prolongada libre de enfermedad.

¿Cuánto tóxica es la quimioterapia?
En las bibliografías actuales sobre el tema, se recomienda a las enfermeras usar batas de manga larga, gafas, protección para los zapatos, y guantes extra gruesos, que deben cambiarse cada media hora. Se les instruye que nunca coman, beban, fumen o se apliquen cosméticos en el área de preparación de las drogas. Se les advierte que la mera manipulación de las drogas tiene riesgos significativos, tales como anormalidades reproductivas, lesiones hepáticas y de los cromosomas, y problemas hematológicos.
Si estos son los riesgos de manipular las drogas, ¿cuál es el riesgo de introducirlas en el cuerpo de una persona enferma? Las drogas quimioterapéuticas son una de las sustancias más tóxicas que se introducen intencionalmente en el cuerpo humano.
Si todo esto es cierto, ¿cómo es posible que se siga usando la quimioterapia rutinariamente? El tratamiento alopático del cáncer mueve cientos de miles de millones de dólares al año en el mundo entero. No es difícil entender por qué sigue existiendo.
Las alternativas existen, pero son menos costosas y muchas ni siquiera pueden patentarse.

Referencias Bibliográficas
  1. Robert Harris y Jeremy Paxman, A Higher Form of Killing: The Secret Story of Chemical and Biological Warfare (New York: Hill and Wang, 1982) pp. 119-25. Ver también este documento de la American Cancer Society de los EE.UU.
  2. Sharon Batt, Patient no more (Charlottetown, PEI, Canadá, Synergy Books, 1994), p.86
  3. John Cairns, “The Treatment of Diseases and the War against Cancer”, Scientific American, 253 (5), Nov. 1985, pp. 51-59.
  4. John Bailar and Elaine Smith, “Progress against Cancer?”, New England Journal of Medicine, 314, 8 de mayo, 1986, pp. 1226-33.
  5. Ulrich Abel, “Chemotherapy of Advanced Epithelial Cancer”, Hippokrates Verlag Sttutgart, 1990.
  6. Transactions, New York Academy of Science, series 2, v. 19 n. 3, p. 322.
  7. Ralph Moss, Questioning Chemotherapy, (Brooklyn, New York, Equinox), 1995, p. 21.
  8. Cecil Textbook of Medicine, 18° edición, citado en Ralph Moss, p. 57.
  9. S. Loeb, Chemotherapy Handbook (Springhouse, PA: Springhouse Corp., 1994).
  10. “Reclaiming Our Health”, de John Robbins (H.J. Kramer, Tiburon, California, 1996), y de “Se derrumba el “Muro de Berlín” de la quimioterapia”, de Ralph Moss.
Marcos Vélez
Noticias 03/01/2017

Es necesario un nuevo paradigma en nuestra relación con la industria de  la salud; quizás podemos empezar intentando alejarnos de esta y buscar  aprender a curarnos por nuestra cuenta o a rodearnos de profesionales  médicos dispuestos a ejercer sinceramente el principio del menor daño  posible en un tratamiento.

Fuente: www.pijamasurf.com
¿Y, acaso, no es superior aquel que cura el alma, que es más que el cuerpo?
Paracelso.
La naturalidad es llamada el Camino.
El Secreto de la Flor de Oro (versión de Thomas Cleary)
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  Uno de los objetos emblemáticos --y  hasta secularmente hieráticos-- de nuestra época es la pastilla, la  solución más sencilla posible para nuestros problemas. No hay nada más  fácil que tomarse una pastilla, un principio activo encapsulado para  hacer que cualquier malestar sea neutralizado; podemos confiar  pasivamente en su operación milagrosa. No tenemos que hacer nada, sólo  dejar que esa blanca panacea actúe en nosotros. La situación más  representativa es esta: una persona siente un dolor, ni siquiera sabe  bien cuál es la causa de ese dolor, pero antes de sufrirlo o averiguar  su causa y significado opta por una pastilla. Se la toma y posiblemente  se va a dormir; espera que al día siguiente ya no sienta el dolor y se  olvida. Otra situación, igualmente común: una persona va con un médico y  le describe una serie de síntomas; el médico decide recetarle una serie  de medicamentos estándar para la condición que describe, quizás  sabiendo que no recetarle nada a un paciente y recomendarle cosas como  dietas o ejercicios ante de iniciar un tratamiento agresivo, si bien  puede ser mejor a largo plazo, no quitará el dolor inmediato que el  paciente reclama sea suprimido, y consciente también de que su autoridad  y el halo de sabiduría que proyecta está fundamentado en cosas  concretas --el paciente se debe llevar algo, necesita materializar su  consulta y creer que tiene una solución al alcance que no depende del  ejercicio de su voluntad.

  Es emblemático de nuestra época pero  quizás, también sintomático --literalmente, nuestro abuso de confianza  en las "pastillas" nos está produciendo todo tipo de síntomas. No hay  duda de que sociedades como la estadounidense viven en un estado de  sobremedicación y el paradigma de la salud en Estados Unidos es copiado  en muchas partes del mundo. Hace algunos años se detectó que la tercera causa que más contribuía a la muerte en Estados Unidos era precisamente el tratamiento médico. Otro estudio encontró que 6.5% de las personas que son internadas lo  son por los efectos secundarios de medicamentos. Evidentemente algo  estamos haciendo mal cuando nuestro esfuerzo por curarnos nos está  enfermando más. Esa ubicua pastilla blanca que es la solución más  sencilla posible, no es del todo inofensiva, incluso cuando se trata de  suplementos "naturales" que supuestamente no tienen efectos secundarios.  Me atrevería a decir que incluso cuando estas pastillas son poco más  que placebo --como ocurre con la mayoría de los suplementos-- es la  práctica misma de depositar todo el poder de sanación en una pastilla o  en otra persona --y confiar ciegamente en "la ciencia" y en "los  expertos"-- la que nos está enfermando.

 La revista New Scientist le  dedica un número completo a este problema que es urgente ya en países  como Estados Unidos y que merece que consideremos seriamente una reforma  o un cambio de paradigma sustancial en la salud pública y su relación  con la industria farmacéutica. Un sondeo reciente en Inglaterra mostró  que 50% de las mujeres había tomado un medicamento de prescripción la  semana pasada y 25% había tomado tres. "Estamos viendo un dramático  incremento en la dependencia a medicamentos para resolver todos nuestros  problemas", dice Clare Gerada,  directora de Médicos Generales del Royal College de Inglaterra. "Hay  una fuerte tendencia a buscar enfermedades antes de que ocurran, y las  empezamos a tratar 'sólo por si acaso'". Las consecuencias de tomar  medicinas para males que todavía no se presentan y anegar cualquier  enfermedad a su primer asomo hace, según Gerada, que no sea inusual que  muchas personas tomen hasta 15 medicamentos al día. "Me sorprende lo  poco que las personas se quejan del número de medicamentos a los que  están sometidos. Hasta hace 1 década, las personas llegaban y  cuestionaban si en realidad los necesitaban en un principio". Una  pregunta que quizás deberíamos hacernos frecuentemente: ¿realmente  necesitas tomarte esa pastilla?, ¿realmente hace mejor tu vida? Es  posible que sólo la haga más fácil por el momento, pero no por mucho  tiempo. Por otro lado, aunque parezca difícil, la mayoría de las  personas descubre que está mejor cuando deja de tomar medicamentos y  además recobra su estado de ánimo y su autoconfianza al notar que es  capaz de curarse sin agentes externos.

Klim McPherson, un epidemiólogo de la  Universidad de Oxford, analiza el sistema médico global y señala que los  doctores se concentran tanto en los beneficios clínicos de los  medicamentos que descuidan los diferentes efectos que pueden tener en  los pacientes. "Es un brazo benigno del paternalismo. No piensan en lo  que significa tomar un medicamento por el resto de tu vida". Y es que  tomar un medicamento suele incrementar la probabilidad de que luego  tengas que tomar otro. McPherson parece detectar también el aspecto un  tanto deshumanizado de la medicina moderna, en la que los médicos se  convierten solamente en especialistas técnicos que tratan enfermedades y  no enfermos, tratan órganos y pedazos del cuerpo y no seres humanos  integrales y se remiten solamente a sus aparatos, a sus fármacos y a sus  protocolos y no se involucran con los pacientes ni buscan métodos  alternativos e incluso imaginativos para tratar enfermedades.

La edición especial de New Scientist dedicada a la sobremedicación y los efectos secundarios de los medicamentos que consumimos, detecta inquietantes efectos secundarios del consumo de los suplementos de testosterona  que toman más de 2.3 millones de hombres en Estados Unidos (y millones  más en suplementos para aumentar la libido, que no son reportados). El  uso excesivo de la píldora anticonceptiva también es alarmante ya que se  han encontrado diversos efectos colaterales, incluyendo daño cerebral. No menor es la preocupación que genera la enorme popularidad de las estatinas usadas para bajar el colesterol, medicamentos que han sido ligados a numerosos efectos secundarios, incluyendo  riesgo de diabetes. Otros ejemplos notables de serios efectos  secundarios y farmacodependencias pueden ser observados en el consumo de  antiácidos, laxantes (los cuales incluso pueden producir daños neuronales) y analgésicos; el abuso de antibióticos podría  ser el problema más serio de salud en las siguientes décadas. Incluso  la siempre pensada inocua aspirina, que toman 40 millones de personas  todos los días en Estados Unidos, parece tener ciertos riesgos para la salud (si bien también tiene varios beneficios).
Ni la pastilla roja, ni la pastilla azul
La única libertad a nuestro alcance: el autoconocimiento.
Octavio Paz
Evidentemente,  tomar un medicamento puede salvar la vida o mejorar drásticamente la  calidad de vida de muchas personas. Sin duda muchas, pero seguramente no  la mayoría o un importante porcentaje de las personas que toman  medicamentos a mediano y largo plazo podrían evitarlos y así mejorar  también drásticamente su calidad de vida, e invertir en su propia salud y  hasta en su economía. No analizaremos aquí el jugoso negocio que  representa para las farmacéuticas la cronificación de las enfermedades o  el estrecho vínculo que tienen estas transnacionales con los lobbys de  salud pública y con los médicos (lo que hace que tengan listo el  bolígrafo en todo momento para recetar los fármacos que las farmacéuticas obsequiosamente empujan para que sean promocionados).
De esto hay incontable evidencia. Mi interés es sólo llamar la atención  a la posibilidad, aunque parezca remota, de que consideres, si es que  tomas medicamentos y recurres frecuentemente a sustancias químicas para  paliar tus achaques o mejorar tu desempeño, que existen otras opciones y  que casi siempre lo que puedes conseguir a través de medicamentos e  incluso suplementos lo puedes conseguir comiendo y haciendo diversos  ejercicios, especialmente alguno que permita controlar y dirigir tu  respiración. Incluso uno no debería desestimar, si está enfermo, dedicar  su vida a la salud (a curarse a uno mismo y a los demás), como el caso  de Marsilio Ficino, el gran intelecto detrás del Renacimiento  florentino, quien se habría ordenado como médico sacerdote después de  sufrir una crisis depresiva.

Claro que esto toma más tiempo y requiere  que dediques buena parte de tu energía e interés a cultivar tu salud, a  investigar y a poner en práctica tus conocimientos para crear una  disciplina (¿pero acaso hay algo más importante?). No se trata de  declarar desierta la industria médica (aunque algunas personas  consideran que la realidad es que el sistema de la medicina moderna está  terminalmente enfermo), o de creer que se puede obtener el conocimiento  que tiene un un médico simplemente leyendo un par de libros de dietas o  artículos en internet. Por eso se plantea como fundamento de este  acercamiento a tomar control de tu propia salud no consumir fármacos --  siempre apelando a la prudencia y cuando no se trate de una emergencia o  una condición aguda--, incluso de ser posible evitar vitaminas y  suplementos (o, en caso de ser necesario, por qué no aprender a hacer  tinturas, extractos y autocultivo). El primer paso es seguir la máxima  del padre de la medicina occidental, Hipócrates, el juramento de  "Primero no hagas daño" (Primum non nocere). El otro eje  fundamental de este acercamiento es preguntarte por las causas, no darle  tanta importancia a los síntomas, más que como información que puede  llevarte a la causa de tu enfermedad, la cual muchas veces está en una  conducta o en un hábito físico y mental que puedes aprender a evitar.  Esto significa probablemente no suprimir los síntomas para que puedan  comunicar la razón de su existencia. Si tus síntomas no son muy graves,  puedes tomar este camino largo, tratando de introducir la menor cantidad  de variables y riesgos.

Se puede tomar este principio rector  incluso recurriendo a tratamiento médico, es decir, buscar siempre  primero alternativas de tratamiento que no involucren el consumo de  fuertes fármacos o procedimientos invasivos. Puede suceder que no atacar  una enfermedad con medicamentos desde un principio pueda ser  contraproducente; siempre existen riesgos, por esto se requiere cierta  madurez, cierta inteligencia, cierta capacidad de discernimiento a veces  difícil de tener, especialmente cuando se está enfermo, y es que la  enfermedad suele afectar a una gran cantidad de sistemas y órganos-- y  es difícil por eso mantener la lucidez--, aunque para la medicina  occidental moderna sólo esté focalizada en una parte y por lo tanto  supuestamente puede ser tratada sin afectar otros sistemas y órganos.  Sin embargo, tomar medicamentos casi siempre es más riesgoso que no  tomarlos, especialmente cuando se utilizan estos medicamentos solamente  para tratar los síntomas y no las causas de una enfermedad; se forman  fácilmente dependencias.

Dicho esto, los beneficios de lograr tomar  control de la propia salud son considerables, sobre todo porque esto  suele producir una transformación integral en el individuo. Notar que es  uno el que se cura, que su intención ha logrado materializarse y actuar  sobre el cuerpo (en la alianza no dual entre la mente y el cuerpo) es  altamente satisfactorio; descubrir que, inversamente a cómo la tensión y  el estrés agravan nuestro malestar, existe también un efecto de  autosanación y un aprender a estar sanos. El cambio se derrama  holísticamente.    
 
No es menor tampoco el hecho de descubrir que nuestra  salud depende de nosotros y que somos responsables de lo que nos sucede;  si bien hay accidentes y sucesos incontrolables, la forma en la que los  asimilamos y experimentamos depende de nosotros y eso es a fin de  cuentas la verdadera salud: la propia salvedad. En este sentido, la  verdadera salud no es la negación de la enfermedad, es un arte de vivir  con la enfermedad y un desarrollo de la voluntad, apoyado en una piedra  angular: el autoconocimiento.

Twitter del autor: @alepholo

Noticias 04/11/2015

El tratamiento médico es la tercera causa de muerte en Estados Unidos
Ir al médico y consumir sin cuestionar los fármacos que recetan puede constituir un enorme peligro para la salud, según revelan las estadísticas en Estados Unidos

Fuente: www.pijamasurf.com

Generalmente consideramos que ir al doctor o recibir algún tipo de tratamiento médico son un bien universal y poco nos preocupamos de las consecuencias o efectos secundarios que estos tratamientos pueden tener. Pero según cifras publicadas en The Journal of American Medicine, el tratamiento constituye la tercerca causa más frecuente de muerte en Estados Unidos. Asimismo, según revela un reciente artículo publicado en el LA Times, las drogas preescritas por doctores cuasan más muertes por sobredosis que drogas ilegales como la heroína y la cocaína. Este envenenamiento de la industria médica ha sido denunciado por prestigiosos médicos, como el premio Nobel Thomas Steitz quien acusó a las farmaceúticas de retirar medicamentos que curan o el  también Premio Nobel Richard J. Roberts quien denunció que las farmacéuticas no desarrollan medicamentos que curan porque no son rentables y buscan, en cambio, la cronicidad de las enfermedades.

La investigación de Peter Glidden, médico y autor del libro The MD Emperor Has No Clothes,  ahonda en esta industria de la muerte en la que, en su reverso, se ha convertido la farmacéutica moderna –que innegablemente cura numerosas enfermedades pero al tiempo que genera otras tantas.

“La tercera causa de muerte en los Estados Unidos, según una publicación del Jornal de la Asociación Americana de Medicina, es causada por tratamientos médicos. Esto significa que usted visita a un doctor, él le provee un tratamiento y usted fallece a causa de ese tratamiento. De acuerdo con datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, 15,000 pacientes de Medicare mueren mensualmente por estos tratamientos médicos y nadie va a la cárcel. Un puñado de terroristas estrellan 2 aviones en las torres gemelas, mueren 3,500 personas y el país va a la guerra, pero 15,000 personas están muriendo por mes en estos momentos a causa de tratamientos médicos, y ni siquiera pestañeamos”, declaró Glidden en una entrevista.

Glidden añadió sobre el lobby de las farmacéuticas: “Los doctores están a la delantera por las coaliciones políticas y económicas que se hicieron a principio de siglo, algo que la población no sabe o reconoce. Y esto es un problema gigante”.

En esta entrevista en video Glidden traza la evolución del prestigio de los médicos alópatas, erigiéndose como una figura supuestamente omnisapiente a la que podemos entregar nuestra salud. Así como la industria de los seguros médicos: “una apuesta a que te enfermarás tanto que podrás pagar tu tratamiento médico”.

Ver el video

Noticias 27/10/2015

El marketing de las enfermedades: las farmacéuticas crean trastornos para vender sus medicamentos
La oscura unión entre las compañías de marketing y las farmacéuticas resulta en la promoción de enfermedades para todo y para todos y la oferta presta de la solución a estos males muchas veces inventados.

La creación de enfermedades para todo tipo de nimiedades (o conductas naturales que solamente divergen del status quo), especialmente de carácter mental, es una multimillonaria industria en la que las farmacéuticas se alían con las compañías de marketing para promover enfermedades que nacen del desarrollo de un fármaco y no de la existencia de la enfermedad en sí.  El objetivo de las farmacéuticas es tener a toda la población consumiendo fármacos permanentemente bajo la ilusión de estar enfermos –algo que después de estar tomando medicamentos psicotrópicos es fácil de mantener-.

Algunos ejemplos contundentes de como se  fragua este marketing de las enfermedades:

El Paxil fue creado a la par que se empezó a promover el trastorno de ansiedad social, para lo cual una farmacéutica contrató los servicios de una empresa de marketing. El Paxil escaló velozmente el mercado de los antidepresivos.

En el caso de Zoloft, para tratar el estrés post-traumático, Pfizer también contrató una firma de marketing, no sólo para promover esta pastilla, para promover la enfermedad.

El trastorno bipolar también sufrió un crecimiento exponencial después de que un científico de Harvard, el Dr. Biederman, clasificó a esta enfermedad como muy común, en estudios financiados por 25 farmacéuticas. Básicamente lo que Biederman hizo fue crear la idea de que la infancia es una enfermedad.

La forma de hacer esto es convenciendo a las personas comunes que tienen una hasta ahora poco conocida enfermedad, pero que ellos tienen algo para curarlas y su vida será mucho mejor.


La prueba es que desde el desarrollo de los antidepresivos, las personas deprmidas han aumentado en un 1000%. Como en una especie de alquimia donde si no existe el nombre de la enfermedad, o sobre todo el medicamento para curarla, esta no existe.

La ansiedad y la depresión son perfectas para el marketing ya que no tienen muchas veces síntomas completamente identificables y visibles físicamente.



Premio nobel Thomas Steitz: Farmacéuticas retiran inversión de fármacos que curan
Premio Nobel de Química dice que las farmacéuticas solo invierten en medicamentos que puedan ser tomados toda la vida y no en antibióticos que curan definitivamente, porque esto no es negocio.

El premio Nobel de Química de 2009 Thomas Steitz ha dicho hace unos días que las farmacéuticas no invierten en antibióticos que puedan curar definitivamente, ya que su negocio son los fármacos que se toman toda la vida. Las declaraciones de Steitz son muy similares a las dadas por el también Premio Nobel Richard J. Roberts, quien dijera que las farmacéuticas solo invierten en medicamentos cronificadores que les son más rentables y bloquean aquellos que representan una verdadera cura.

“Muchas de las grandes farmacéuticas han cerrado sus investigaciones sobre antibióticos porque curan a la gente, y lo que estas empresas quieren es un fármaco que haya que tomar toda la vida. Puedo sonar cínico, pero las farmacéuticas no quieren que la gente se cure”, ha enfatizado.

Steitz habló en el Congreso Internacional de Cristalografía, celebrado en Madrid, sobre su investigación de un nuevo antibiótico para combatir cepas de la tuberculosis que se dan particularmente en el sur de África. Pero como suele suceder, se necesita una fuerte inversión para desarrollar este antibiótico y las farmacéuticas prefieren invertir en medicamentos para toda la vida que puedan seguir vendiendo a la población africana.

Por el momento, según Steitz, estos nuevos antibióticos son “solo un sueño, una esperanza, hasta que alguien esté dispuesto a financiar el trabajo”.

No es exagerado decir que las farmacéuticas se dedican a la industria de la muerte lenta, manteniendo a los enfermos enganchados a sus medicamentos como drogas —hasta que finalmente mueren.


Farmafia: las farmacéuticas pagan millones de dólares a doctores para promover sus medicamentos
Un imperdible infográfico muestra que las farmacéuticas pagaron (o sobornaron con) 281 millones de dólares a miles de doctores en Estados Unidos entre 2009 y 2010 para que promovieran sus productos; existe un enorme conflicto de interés que la ley no considera un delito


Hace unos meses reportamos las escandalosas cifras que las grandes farmacéuticas pagan cada año a los doctores en Estados Unidos, básicamente para que promuevan sus medicamentos -en una especie de esquema similar al de los capos que pagan a dealers callejeros para que inunden las calles con sus drogas-. Pero ahora la gente de Medical Billing and Coding ha creado un ilustrativo infográfico que presenta la información de una forma fácil y útil.

Siete compañías farmacéuticas pagaron a más de 17000 doctores, 384 de estos doctores recibieron por lo menos cien mil dólares entre 2009 y 2010; todas estas farmacéuticas pagaron para que estos doctores dieran consultas y conferencias pero solo una para que los doctores realizaran investigaciones; 250 de estos doctores tenían sanciones legales; en el 2009, 8 de cada 10 doctores admitieron recibir muestras gratis, regalos o pagos de las farmacéuticas. El infográfico muestra también que las farmaceuticas han sido penalizadas por pagar a doctores para que preescriban sus medicamentos en tratamientos para los cuales no han sido aprobados.

En la base de datos de ProPublica se pueden consultar los nombres de los 384 doctores que recibieron más de 100 dólares de compañías farmaceúticas, en un claro conflicto de interés que trafica a fin de cuentas con la salud, la vida y la muerte.




Noticias 14/10/2015

La penetración del capital monopolista en la medicina

Los   nuevos   derroteros de la ciencia a comienzos del siglo XX quedan ilustrados por el  informe Flexner, que dio un giro completo a la teoría y la práctica de la medicina en Estados Unidos y, a partir de allí, en el mundo entero.  Abraham Flexner  era un oscuro pedagogo cuando en 1908  la Fundación Carnegie  le encargó un informe sobre la capacitación de los médicos en Estados Unidos y Canadá.  
El encargo le llegó por recomendación de su hermano mayor, Simon, que había sido uno de los pioneros en la creación de la  Fundación Rockefeller, director del Instituto Rockefeller de Investigación Médica, además de patólogo en Johns Hopkins y en  la Universidad de Pensilvania.


En 1902  John D. Rockefeller había creado  el General Education Board, la primera gran fundación educativa de Estados Unidos. Flexner entró a formar parte de su personal. Su tarea consistía en evaluar el estado de las universidades en Norteamérica, y el de la educación médica en particular. Flexner no tuvo necesidad de descubrir nada nuevo. Su informe es esencialmente el mismo que había elaborado la Asociación Médica Americana dos años antes y que nunca había podido publicar.  En su tarea Flexner fue guiado por N.P. Colwell, miembro de la Asociación Médica Americana, quien quería asegurarse de que la investigación de Flexner llegaba a las conclusiones previstas. Incluso el pedagogo acabó la redacción de su informe en las oficinas centrales que la Asociación tenía en Chicago. La coalición de esa Asociación con Carnegie y Rockefeller llevó unas determinadas tesis sobre la práctica de la medicina a todo el mundo. Flexner puso una rúbrica para alcanzar una gloria imperecedera en materia de enseñanza de la medicina.  

A partir de entonces la medicina dejó de ser un conjunto de prácticas para convertirse en una única práctica, en un canon homogéneo. En lo sucesivo el paciente ya no pudo volver a elegir médico porque los médicos eran clones unos de otros: como los remedios, los médicos también se fabricaban en serie y la medicina se acaba codificando en protocolos de actuación, diagnósticos, definiciones y vademécum compilados en gruesos volúmenes.


El canon llegó impuesto por el dictado de una Asociación Médica Americana que ni tenía carácter oficial, ni tampoco representaba al conjunto de la profesión. Por ejemplo, ni las mujeres ni los negros podían formar parte de ella. Lo que en 1910 iniciaron la Asociación Médica Americana, Flexner, Rockefeller y Carnegie, acabó momificado en  la Organización Mundial de la Salud. Lo que empieza de manera sectaria acaba también de la misma manera.  

Con su informe, Flexner se limitó a dar forma intelectual al desembarco del capital monopolista en la medicina y la farmacopea norteamericana, a la creación de la industria de la salud, un nuevo sector industrial emergente al que debían someterse los médicos. El ejercicio de la medicina debía convertirse en un negocio, había que fomentar un mercado de la salud, algo que estaba muy lejos en 1910, cuando ejercían más de 60.000 profesionales dispersos por un vasto territorio, uno de los porcentajes de profesionales por habitante más altos del mundo.

Como consecuencia de ello, la atención sanitaria se acercaba al ideal: médicos por todas partes y precios asequibles de la atención sanitaria. Esa abundancia de médicos se debía a que no se necesitaba un permiso oficial del Estado para ejercer, de modo que cualquiera podía poner una consulta, y también a las facilidades de matriculación en las escuelas de medicina, que eran muchas y de propiedad privada. Estados Unidos pasó de 166 escuelas de medicina en 1910 a sólo 77 en 1940. Fue un cierre selectivo que afectó a la mayoría de las pequeñas escuelas rurales; sólo permitieron la apertura de dos escuelas para negros. En 1963 Estados Unidos mantenía el mismo porcentaje de médicos por habitante que en 1910, a pesar de un incremento enorme de la demanda. De los 375.000 médicos en activo en 1977, sólo 6.300, el 1,7 por ciento, eran negros.  

El médico modificó su posición en la pirámide social; de un profesional muy cercano al paciente, se convirtió en parte integrante de una élite selecta cuyos honorarios muy pocos podían satisfacer, lo cual abrió un fantástico mercado secundario: el de los seguros médicos. Las relaciones entre ambas partes, médico y paciente, cambiaron radicalmente. La nueva medicina acapara la exclusividad de su aplicación "científica", que es única, de manera que a partir de entonces el Estado deberá intervenir como árbitro para sancionar esa unidad: cuál es la auténtica medicina y cuál se debe vilipendiar, quién es médico y quién es sólo un curandero, qué conocimientos médicos se deben impartir, cómo se deben impartir y en dónde se deben impartir.

Ni cualquiera puede fundar una facultad de medicina, ni cualquiera puede ejercer la medicina. Para que alguien se pueda llamar médico primero debe disponer de un título académico que sólo el Estado puede otorgar; para que alguien pueda ejercer la medicina primero debe disponer de una autorización que sólo el Estado puede otorgar, todo lo cual va cuidadosamente reglamentado y supervisado, además, por corporaciones profesionales del tipo de la Asociación Médica Americana, al servicio de los intereses de grandes empresas capitalistas de la farmacia, del equipamiento médico, de los seguros médicos, etc.

Naturalmente los herbolarios también desaparecieron o fueron marginados. La formación médica, como las demás enseñanzas codificadas, son un instrumento de dominio sobre la ciencia sancionado por el Estado, que le proporciona al mecanismo una apariencia de objetividad y neutralidad. El médico debía ser un científico auténtico, obligado a estudiar varios cursos de conocimientos básicos antes de atender a sus pacientes.
A partir del informe de Flexner los hospitales se vinculan a las facultades de medicina y a la investigación médica. No ha sucedido con ninguna otra profesión.
Las facultades de derecho no comparten la misma sede que los tribunales, ni las escuelas de ingeniería están en los talleres, ni la enseñanza de la economía en la bolsa. Había que abandonar la medicina tradicional, el saber empírico y lo que Flexner calificaba como "dogmas históricos" que impiden la "libre búsqueda de la verdad", que él personifica en la homeopatía, a la que dedica una buena parte de su informe porque el negocio de Rockefeller estaba ligado a las empresas farmacéuticas alopáticas.

En la industria farmacéutica, la dinastía Rockefeller comenzó con William Avery Rockefeller, quien acumuló su fortuna como charlatán mercachifle engañando a los incautos con medicamentos alopáticos fraudulentos, elixires compuestos por alcohol, cocaína y opiáceos que embotellaba como pócima milagrosa para cualquier clase imaginable de patología.

Desde entonces la homeopatía y (el Biomagnetismo medico) no cesa de aglutinar en todo el mundo la furia inquisitorial de la auténtica medicina científica de Rockefeller, una campaña en la que logró sacudirse a una buena parte de la competencia. En 1910 la homeopatía era una práctica médica habitual y muy conocida especialmente en Estados Unidos. La primera asociación médica fundada en Estados Unidos había sido homeopática. Los homeópatas dominaban el mercado de la salud porque los médicos alópatas habían tenido tasas más altas de mortalidad en la epidemia de cólera de 1854.

La suerte de la homeopatía estaba echada en 1910 y no se trata de un caso aislado sino del arquetipo de la evolución científica en el siglo pasado. Uno de los principios de la homeopatía sostiene que no hay enfermedades sino enfermos, por lo que todo tratamiento debe ser personalizado, intransferible, lo que no encaja con un mercado capitalista de la salud dominado por la erradicación absoluta de la prevención en la medicina, las técnicas sofisticadas de diagnóstico, la producción en serie de fármacos, los protocolos uniformes que dirigen la prescripción médica y la venta indiscriminada de medicinas. El médico receta y el farmacéutico vende. Una de las áreas de negocio en medicina es la investigación, al final de cuyo proceso hay que registrar una patente y, finalmente, vender fármacos, cuantos más mejor. En 1910, junto con otros conglomerados farmacéuticos, Rockefeller controlaba hospitales, universidades e investigación.

La medicina y sus áreas afines se convirtieron en un modelo de control y regulación monopolista, bajo el cobertura oficial de la FDA (Food and Drug Administration), un departamento del gobierno de Estados Unidos que hoy dicta la política sanitaria y farmacéutica en el mundo entero.

A su vez, el 75 por ciento del presupuesto de la FDA lo pagan las empresas farmacéuticas, es decir, que son éstas las que realmente controlan a un organismo aparentemente público, y no al revés. En cualquier caso, lo que concierne a la vida y a la salud es algo hoy extremadamente formalizado y minuciosamente regulado por criterios que, en ocasiones, son harto dudosos y poco tienen que ver con la ciencia. Los abigarrados protocolos de la FDA imponen lo que es una droga que hay que prohibir, lo que es un alimento que se puede ingerir y lo que es un fármaco que se debe prescribir. Dicen lo que es sano y lo que es pernicioso; lo que deben hacer y lo que no, tanto los médicos y pacientes como los gobiernos; lo que es salud y lo que es enfermedad, siempre basándose en criterios que sólo son realmente científicos si coinciden con los intereses económicos de las empresas farmacéuticas.


Noticias 25/11/2014
El gran negocio de la medicina
Recientemente, Ghislaine Lanctôt, la polémica autora del best seller mundial “La Mafia Médica”, afirmó en una entrevista: “El sistema sanitario es una verdadera mafia que crea enfermedades y mata por poder y dinero”. En su libro denuncia el actual sistema sanitario y la corrupción que hay tras el mismo, permitida y amparada por médicos y gobiernos en beneficio de las grandes empresas farmacéuticas y en detrimento de los ciudadanos. De ahí que propugne la vuelta a la soberanía individual sobre la salud como forma de acabar con esa mafia.

Ghislaine Lanctôt ha ejercido la Medicina durante 27 años. Ahora no ejerce... aunque quisiera. Hace ocho años le retiraron la licencia de médica por publicar “La Mafia Médica” (Ed. Vesica Piscis). Este libro contiene una descripción exhaustiva del "sistema de enfermedad" -y no sanitario- que actualmente existe.

Medicina significa negocio

La autora de “La Mafia Médica” acabó sus estudios en 1967, una época en la que -como ella misma confiesa- estaba convencida de que la Medicina era extraordinaria y de que antes del final del siglo XX se tendría lo necesario para curar cualquier enfermedad. Sólo que esa primera ilusión fue apagándose hasta extinguirse.

Comenzó a observar que no todas las personas respondían a los maravillosos tratamientos de la medicina oficial. Además en aquella época entró en contacto con varios "terapeutas alternativos" que no tuvieron problemas en dejarla ver lo que hacían. Y llegó pronto a la conclusión de que las medicinas no agresivas son más eficaces, más baratas y tienen menos efectos secundarios. En la Facultad nadie le había hablado de esas terapias alternativas no agresivas.

Luego empezó a cuestionarse cómo era posible que se tratara de charlatanes a personas a las que ella misma había visto curar y por qué se las perseguía como si fueran brujos o delincuentes. Por otra parte, como médica había participado en muchos congresos internacionales -en algunos como disertante- y supo que todas las presentaciones y ponencias que aparecen en tales congresos están controladas y requieren obligatoriamente ser primero aceptadas por el "comité científico" organizador, designado generalmente por quien financia el evento: la industria farmacéutica. ¡Si hoy son las multinacionales las que deciden hasta qué se enseña a los futuros médicos en las facultades y qué se publica y expone en los congresos de medicina! El control es absoluto.

Darse cuenta del control y de la manipulación a la que están sometidos los médicos -y los futuros médicos, le hizo entender claramente que la Medicina es, ante todo, un negocio. La Medicina está hoy controlada por las obras sociales públicas o privadas. En cuanto alguien tiene una obra social pierde el control sobre el tipo de medicina al que accede. Ya no puede elegir. Es más, las empresas determinan el precio de cada tratamiento y las terapias que se van a practicar. Por eso, si miramos detrás de las empresas de medicina privada o de la seguridad social... encontramos lo mismo: El poder económico.

Es el dinero quien controla totalmente la Medicina. Y lo único que de verdad interesa a quienes manejan este negocio es ganar dinero. Y esto se logra haciendo que la gente esté enferma... porque las personas sanas no generan ingresos. La estrategia consiste, en tener enfermos crónicos que tengan que consumir todo tipo de productos paliativos, es decir, para tratar sólo síntomas; medicamentos para aliviar el dolor, bajar la fiebre, disminuir la inflamación... pero nunca fármacos que puedan resolver una dolencia. Eso no es rentable. La medicina actual está concebida para que la gente permanezca enferma el mayor tiempo posible y compre medicamentos; si es posible, toda la vida.

Un sistema de enfermedad

El llamado sistema sanitario es en realidad un sistema de enfermedad. Una medicina que sólo reconoce la existencia del cuerpo físico y no tiene en cuenta ni el espíritu, ni la mente, ni las emociones. Y que además trata sólo el síntoma y no la causa del problema. Se trata de un sistema que mantiene al paciente en la ignorancia y la dependencia, y al que se estimula para que consuma fármacos de todo tipo.

De manera oficial, el sistema está al servicio del paciente pero, en la realidad, el sistema está a las órdenes de la industria que es la que mueve los hilos y mantiene el sistema de enfermedad en su propio beneficio. Se trata, en suma, de una auténtica mafia médica, de un sistema que crea enfermedades y mata por dinero y por poder.

El médico es -muchas veces de forma inconsciente- la correa de transmisión de la gran industria. Durante los 5 a 10 años que pasa en la Facultad de Medicina el sistema se encarga de inculcarle unos determinados conocimientos y de cerrarle los ojos a otras posibilidades. Posteriormente, en los hospitales y congresos médicos, se les refuerza en la idea de que la función del médico es curar y salvar vidas, de que la enfermedad y la muerte son fracasos que debe evitar a toda costa y de que la enseñanza recibida es la única válida. Además se les enseña que el médico no debe implicarse emocionalmente y que es un "dios" de la salud.

La medicina científica está enormemente limitada porque se basa en la física materialista de Newton: tal efecto obedece a tal causa. Y, por ende, tal síntoma precede a tal enfermedad y requiere tal tratamiento. Se trata de una medicina que además sólo reconoce lo que se ve, se toca o se mide y niega toda conexión entre las emociones, el pensamiento, la conciencia y el estado de salud psíquica. Y cuando se la importuna con algún problema de ese tipo le cuelga la etiqueta de "enfermedad psicosomática" al paciente y lo envía a su casa tras recetarle ansiolíticos y psicotrópicos.

La medicina convencional sólo se ocupa de hacer desaparecer los síntomas, salvo en lo que a cirugía se refiere, los antibióticos y algunas pocas cosas más, como los modernos medios de diagnóstico, da la impresión de curar pero no cura. Simplemente elimina la manifestación del problema en el cuerpo físico pero éste, tarde o temprano, resurge.

Las llamadas medicinas alternativas o no agresivas, son una mejor opción porque tratan al paciente de forma holística y lo ayudan a sanar... pero tampoco curan. Cualquiera de las llamadas medicinas alternativas constituyen una buena ayuda pero son sólo eso: complementos. Porque el verdadero médico es uno mismo. Y cuando uno es consciente de su soberanía sobre la salud deja de necesitar terapeutas. El enfermo es el único que puede curarse. Nadie puede hacerlo en su lugar. La autosanación es la única medicina que cura. La cuestión es que el sistema trabaja para que olvidemos nuestra condición de seres soberanos y nos convirtamos en seres sumisos y dependientes.

Las autoridades políticas, médicas, mediáticas y económicas lo permiten y los gobiernos no acaban con este sistema de enfermedad, costosísimo porque quizás no saben que todo esto está pasando... pero es difícil de aceptar porque la información está a su alcance desde hace muchos años y en los últimos veinte años son ya varias las publicaciones que han denunciado la corrupción del sistema y la conspiración existente. También podría ser que no pueden acabar con ello... pero también resulta difícil de creer porque los gobiernos tienen el suficiente poder. Por otro lado también se podría pensar que no quieren acabar con el sistema. *

La mafia médica

A diferentes escalas y con distintas implicaciones, la industria farmacéutica, las autoridades políticas, los grandes laboratorios, los hospitales, las empresas de medicina privada, las agencias reguladoras de los medicamentos, los colegios de médicos, los propios médicos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) forman parte del perverso sistema de salud que nos envuelve.

La OMS es la organización que establece, en nombre de la salud, la "política de enfermedad" en todos los países. Todo el mundo tiene que obedecer ciegamente las directrices de la Organización Mundial de la Salud. No hay escapatoria. De hecho, desde 1977, con la Declaración de Alma ATA, nadie puede escapar de su control.

Esta declaración dio a la OMS los medios para establecer los criterios y normas internacionales de práctica médica. Se desposeyó así a los países de su soberanía en materia de salud para transferirla a un gobierno mundial no elegido cuyo "ministerio de salud" es la OMS. Desde entonces "derecho a la salud" significa "derecho a la medicación". Así es como se han impuesto las vacunas y los medicamentos a toda la población del planeta.

¿Quién podría dudar de las buenas intenciones de la Organización Mundial de la Salud? Sin embargo, hay que preguntarse quién controla a su vez esa organización a través de la ONU: el poder económico.

Las organizaciones humanitarias también dependen de la ONU, es decir, del dinero de las subvenciones. Y, por tanto, sus actividades están igualmente controladas. Organizaciones como Médicos sin fronteras creen que sirven altruistamente a la gente pero en realidad sirven al mismo sistema.

Hoy día a los investigadores se les "orienta". Los disidentes son encarcelados, maniatados y reducidos al silencio. A los terapeutas "alternativos" se les tilda de locos, se les retira la licencia o se les encarcela también. Los productos alternativos rentables han caído igualmente en manos de las multinacionales gracias a las normativas de la OMS y a las patentes de la Organización Mundial del Comercio. Las autoridades y sus medios de comunicación social se ocupan de alimentar entre la población el miedo a la enfermedad, a la vejez y a la muerte. De hecho, la obsesión por vivir más o, simplemente, por sobrevivir ha hecho prosperar incluso el tráfico internacional de órganos, sangre y embriones humanos. Y en muchas clínicas de fertilización en realidad se "fabrican" multitud de embriones que luego se almacenan para ser utilizados en cosmética, en tratamientos rejuvenecedores, etc. Eso sin contar con que se irradian los alimentos, se modifican los genes, el agua está contaminada, el aire envenenado...

Es más, los niños reciben absurdamente hasta 35 vacunas antes de ir a la escuela. Y así, cada miembro de la familia tiene ya su pastillita: el padre, el Viagra; la madre, el Prozac; el niño, el Ritalin.

Y todo esto, ¿para qué? Porque el resultado es conocido: los costes sanitarios suben y suben pero la gente sigue enfermando y muriendo igual.

Las autoridades mienten

Las autoridades mienten cuando dicen que las vacunas nos protegen, mienten cuando dicen que el sida es contagioso y mienten cuando dicen que el cáncer es un misterio.

Con respecto a las vacunas, la única inmunidad auténtica es la natural y ésa la desarrolla el 90% de la población antes de los 15 años. Es más, las vacunas artificiales suprimen por completo el desarrollo de las primeras defensas del organismo y pueden presentar riesgos evidentes; a pesar de lo cual se oculta. Por ejemplo, una vacuna puede provocar la misma enfermedad para la que se pone. ¿Por qué no se advierte? También se oculta que la persona vacunada puede transmitir la enfermedad aunque no esté enferma. Asimismo, no se dice que la vacuna puede sensibilizar a la persona frente a la enfermedad. Aunque lo más grave es que se oculte la inutilidad constatada de ciertas vacunas como las de enfermedades como la tuberculosis y el tétanos (vacunas que no confieren ninguna inmunidad), la rubéola (de la que el 90% de las mujeres están protegidas de modo natural), la difteria (que durante las mayores epidemias sólo alcanzaba al 7% de los niños a pesar de lo cual hoy se vacuna a todos), la gripe y la hepatitis B (cuyos virus se hacen rápidamente resistentes a los anticuerpos de las vacunas).

Las innumerables complicaciones que causan algunas vacunas están suficientemente documentadas; por ejemplo, la muerte súbita del lactante. Por eso hay ya numerosas protestas de especialistas en la materia y son miles las demandas judiciales que se han interpuesto contra los fabricantes. Por otra parte, cuando se examinan las consecuencias de los programas de vacunaciones masivas se extraen conclusiones esclarecedoras: en primer lugar las vacunas son caras y le suponen a los Estados un gasto de miles de millones de dólares al año. Por tanto, el único beneficio evidente y seguro de las vacunas... es el que obtiene la industria. Además, la vacunación estimula el sistema inmune pero, repetida la vacunación, el sistema se agota.

La vacunación incita a la dependencia médica y refuerza la creencia de que nuestro sistema inmune es ineficaz. Aunque lo más horrible es que la vacunación facilita los genocidios selectivos pues permite liquidar a personas de cierta raza, de cierto grupo, de cierta región... Sirve como experimentación para probar nuevos productos sobre un amplio muestrario de la población y es un arma biológica potentísima al servicio de la guerra biológica porque permite intervenir en el patrimonio genético hereditario de quien se quiera.

La teoría de que el único causante del Sida es el VIH o Virus de la Inmunodeficiencia Adquirida es falsa. Ésa es la gran mentira. La verdad es que tener el VIH no implica necesariamente desarrollar sida. Porque el sida no es sino una etiqueta que se "coloca" a un estado de salud al que dan lugar numerosas patologías cuando el sistema inmune está bajo. Por lo tanto tener sida no equivale a una muerte segura. Las autoridades nos imponen a la fuerza la idea de que el sida es una enfermedad causada por un solo virus a pesar de que el propio Luc Montagnier, del Instituto Pasteur, co-descubridor oficial del VIH en 1983, reconoció ya en 1990 que el VIH no es suficiente por sí solo para causar el sida. Otra evidencia es el hecho de que hay numerosos casos de sida sin virus VIH y numerosos casos de virus VIH sin sida. Por otro lado, aún no se ha conseguido demostrar que el virus VIH cause el sida, lo cual es una regla científica elemental para establecer una relación causa-efecto entre dos factores. Lo que sí se sabe, sin embargo, es que el VIH es un retrovirus inofensivo que sólo se activa cuando el sistema inmune está debilitado.

Investigaciones de eminentes médicos indican que el VIH fue creado mientras se hacían ensayos de vacunación contra la hepatitis B en grupos de homosexuales. Y todo indica que el continente africano fue contaminado del mismo modo durante campañas de vacunación contra la viruela. Claro que otros investigadores van más lejos aún y afirman que el virus del sida fue cultivado como arma biológica y después deliberadamente propagado mediante la vacunación de grupos de población que se querían exterminar.

Ya en el congreso sobre sida celebrado en Copenhague en mayo de 1992 los "supervivientes del sida" afirmaron que la solución entonces propuesta por la medicina científica para combatir el VIH, el AZT, era absolutamente ineficaz. Hoy eso está fuera de toda duda. Pues se puede sobrevivir al sida... pero no al AZT. Este medicamento es más mortal que el sida. El simple sentido común permite entender que no es con fármacos inmunodepresores como se refuerza el sistema inmunitario. Mire, el sida se ha convertido en otro gran negocio. Por tanto, se promociona ampliamente combatirlo porque ello da mucho dinero a la industria farmacéutica.

El llamado cáncer, es decir, la masiva proliferación anómala de células, es algo tan habitual que todos lo padecemos varias veces a lo largo de nuestra vida. Sólo que cuando eso sucede el sistema inmunitario actúa y destruye las células cancerígenas. El problema surge cuando nuestro sistema inmunitario está débil y no puede eliminarlas. Entonces el conjunto de células cancerosas acaba creciendo y formando un tumor. Cuando se descubre un tumor se le ofrece de inmediato al paciente, que elija entre tres: amputarlo (cirugía), quemarlo (radioterapia) o envenenarlo (quimioterapia). Ocultándosele que hay remedios alternativos eficaces, inocuos y baratos.

Y después de cuatro décadas de "lucha intensiva" contra el cáncer, la situación en los propios países industrializados nos indica que la tasa de mortalidad por cáncer ha aumentado. Ese simple hecho pone en evidencia el fracaso de su prevención y de su tratamiento. Se han despilfarrado miles de millones y tanto el número de enfermos como de muertos sigue creciendo.

Hoy sabemos a quién beneficia esta situación. A quién la ha creado y quién la sostiene. En el caso de la guerra todos sabemos que ésta beneficia sobre todo a los fabricantes y traficantes de armas. Bueno, pues en medicina quienes se benefician son los fabricantes y traficantes del "armamento contra el cáncer"; es decir, quienes están detrás de la quimioterapia, la radioterapia, la cirugía y toda la industria hospitalaria.

La mafia, una necesidad evolutiva

Si un pez cómodamente instalado en su pecera tiene agua y comida todo está bien pero si le empieza a faltar el alimento y el nivel del agua desciende peligrosamente el pez decidirá saltar fuera de la pecera buscando una forma de salvarse. La mafia médica nos puede empujar a dar ese salto individualmente. Eso sí, habrá mucha gente que preferirá morir a saltar. Para dar ese salto es preciso un nivel de conciencia determinado. La información que antes se ocultaba ahora es pública: que la medicina mata personas, que los medicamentos nos envenenan, etc. Además, el médico alemán Ryke Geerd Hamer ha demostrado que todas las enfermedades son psicosomáticas y las medicinas no agresivas ganan popularidad.

Probablemente en poco tiempo todo el mundo se dará cuenta ya de que cuando va al médico va a un especialista de la enfermedad y no a un especialista de la salud. Dejar a un lado la llamada "medicina científica" y la seguridad que propone para ir a un terapeuta es ya un paso importante. También lo es perder la obediencia ciega al médico. El gran paso es decir no a la autoridad exterior y decir sí a nuestra autoridad interior. Tenemos miedo a no acudir al médico. Pero es el miedo, por sí mismo, quien nos puede enfermar y matar. Nos morimos de miedo. Esa es la realidad.

Los medios de comunicación pueden contribuir a la elevación de la conciencia en esta materia informando sin intentar convencer. Decir lo que saben y dejar a la gente hacer lo que quiera con la información. Porque intentar convencerlas sería imponer otra verdad y de nuevo estaríamos en otra guerra. Se necesita sólo dar referencias. Basta decir las cosas. Luego, la gente las escuchará si resuenan en ellos. Y si su miedo es mayor que su amor por sí mismos dirán: "Eso es imposible". En cambio, si tienen abierto el corazón escucharán y se cuestionarán sus convicciones. Es entonces, en ese momento, cuando quieran más, cuando se les puede dar más información.*

Entrevista: Laura Jimeno Muñoz
Adaptación: Marcelo Quiroga



La mafia farmacéutica. Peor el remedio que la enfermedad


El mercado farmacéutico mueve unos 200.000 millones de dólares al año. Un monto superior a las ganancias que brindan la venta de armas o las telecomunicaciones. Por cada dólar invertido en la fabricación de un medicamento se obtienen mil en el mercado. Y las multinacionales farmacéuticas saben que se mueven en un terreno de juego seguro: si alguien necesita una medicina, no va a escatimar dinero para comprarla. Este mercado, además, es uno de los más monopolizados del planeta, ya que sólo 25 corporaciones copan el 50 por ciento del total de ventas. De ellas, las seis principales compañías del sector –Bayer, Novartis, Merck, Pfizer, Roche y Glaxo- suman anualmente miles de millones de dólares de ganancias. Hay que destacar , además, que todos los grandes grupos farmacéuticos son también potencias de las industrias química, biotecnológica o agroquímica.

Merck, uno de los gigantes farmacéuticos que se vio obligado a retirar del mercado a una de sus estrellas, el anti inflamatorio Vioxx (rofexocib), cuya venta le reportaba 2.500 millones de dólares al año. Debida a los riesgos cardiovasculares que producía.

Hipocráticos hipócritas

Hace tiempo que es vox pópuli el hecho de que los laboratorios acosan a los médicos para que éstos receten con exclusividad sus productos. Un acoso nada incómodo para los profesionales de la salud, ya que por aceptarlo se llevan no pocos beneficios. Lamentablemente hoy en día son una gran mayoría los médicos que de buen grado se dejan caer en las redes de este soborno. Incluso puede observarse, cuando alguien va a atenderse a un consultorio, de qué manera los doctores dejan de lado por varios minutos la atención a sus pacientes para dar preferencia a la recepción, en medio de los turnos, de trajeados visitadores médicos llevando en las valijas no sólo sus promociones, sino también los regalitos de rigor. Una acusación apuntó, con nombres y apellidos, nada menos que a 4.400 médicos de toda Italia y a 273 dirigentes y empleados del grupo británico Glaxo Smith Kline (GSK), uno de los líderes mundiales del sector, cuya sede italiana se encuentra en Verona. Las investigaciones se llevaron a cabo en el período 1999-2002, y las acusaciones van desde soborno y corrupción hasta asociación delictiva en el caso de algunos dirigentes de Glaxo en Italia.

Los métodos de captación de los profesionales utilizados por Glaxo incluían viajes a lugares paradisíacos, relojes de oro, computadoras personales y dinero en efectivo. En algunas conversaciones telefónicas interceptadas por los investigadores en 2003, algunos vendedores de Glaxo se jactaban del aumento en las ventas logrado gracias a los sobornos.

Una buena muestra de que la codicia de la industria farmacéutica ha convertido la enfermedad en un negocio. En el caso antes apuntado, contando con la complicidad de médicos que ningún favor le hacen a su otrora noble profesión, manchando el juramento de Hipócrates y convirtiéndolo en un código de hipócritas.

Bayer, mucho más que una aspirina

Seguramente el grupo farmacéutico más poderoso es Bayer . Una empresa presente en todos los países del mundo que opera en la misma sintonía de colegas suyos como Monsanto y Dow Chemical, multinacionales químicas que también abarcan el rubro farmacéutico. La historia de la compañía alemana Bayer, con su sede central en la ciudad de Leverküsen, se remonta al siglo XIX, cuando nació como IG Farben, y está colmada de hechos aberrantes, pero claro, “de eso no se habla”, y teniendo como toda multinacional con trapos sucios quien se los lave y contando además con 400 parlamentarios en su país, tanto regionales como nacionales, que antes pasaron por las filas de la empresa y continúan brindándole fidelidad. Esta multinacional, que también se identifica con agentes de guerra química, con innumerables insecticidas y venenos caseros, ha trabajado en muchas oportunidades estrechamente con dictadores y criminales de guerra.

Al final del siglo XX y tras una investigación de nueve meses, Bayer fue hallada responsable de la muerte de 24 niños en la remota aldea andina de Taucamarca, en Perú, al ingerir en su desayuno alimentos envenenados con el pesticida metil-paratión, en tanto otros 18 sufrieron daños en su salud y en el desarrollo a largo plazo. El pesticida, un organofosforado que era comercializado por la compañía con el nombre de Folidol, era vendido a pequeños agricultores en toda la zona andina peruana, la mayoría de ellos analfabetos y que solamente hablan en idioma quechua. Bayer empaquetaba ese pesticida –un polvo blanco semejante a la leche en polvo y sin olor a químicos- en pequeñas bolsas plásticas, etiquetadas en español y con el dibujo de un vegetal, en tanto las etiquetas no ofrecían ninguna información de seguridad, ni siquiera en pictogramas, que pudieran ser interpretadas por los habitantes de las aldeas. Un informe del Congreso peruano concluyó en que Bayer debería compensar a las familias afectadas, y éstas iniciaron en octubre de 2001 una acción judicial contra la empresa y su subsidiaria Bayer-Perú, alegando que debieron tomar medidas para prevenir el mal uso de un producto extremadamente tóxico dada la preeminencia de idiomas indígenas en el interior de Perú. Sin embargo, dos días después de iniciada la acción legal el juez de la Corte Superior de Lima desestimó la demanda por “cuestiones de procedimiento” y concluyó sumariamente, e ilegalmente, que los demandantes “no habían planteado de manera adecuada el caso sustancial”. Otra muestra del poder de una multinacional, en este caso quizás presionando o comprando a un juez. El caso es que las familias apelaron esa sentencia ilegal y, por lo que se supo hasta ahora, aguardaban la fijación de una nueva audiencia, mientras acusan además al ministerio de Agricultura peruano de no hacer aplicar las normas sobre pesticidas, dado que en ese país es común la venta sin control de pesticidas de “uso restringido”, como el que causó la muerte de esos 24 niños.

El gran negocio

La globalización ha permitido que se desarrolle una nueva forma de poder, la farmacocracia, capaz de decidir qué enfermedades y qué enfermos merecen cura. Es así como el 90 por ciento del presupuesto dedicado por la industria farmacéutica para la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos está destinado a enfermedades que padece sólo el 10 por ciento de la población mundial. Un tercio de ésta carece de cuidados médicos adecuados. La codicia de las multinacionales del sector, los aranceles, las trabas burocráticas y la corrupción de los propios gobiernos de los países empobrecidos hacen posible que más de 2.000 millones de personas se vean privadas de su derecho a la salud.

Según la OMS, millones de personas en Africa, Asia y América Latina sufren las llamadas “enfermedades olvidadas”, como el dengue hemorrágico, la filiasis linfática, la oncocercosis, la enfermedad del sueño o el mal de Chagas, que afectan a 750 millones de personas y acaban con la vida de medio millón cada año. Enfermedades causadas generalmente por parásitos, transmitidas por medio de agua insalubre o por picaduras de insectos; pandemias que caen en el olvido porque sólo afectan a las comunidades más pobres; y víctimas que no cuentan con el dinero suficiente para acceder a un tratamiento o una medicación adecuada.

El caso del SIDA es un ejemplo claro de la diferencia que se da a unas enfermedades o a otras, según el nivel adquisitivo de quienes las padecen. En sus comienzos fue una enfermedad mortal de la que pocos habían oído hablar, pero cuando pasó a afectar a personas de los países desarrollados con capacidad para hacerse escuchar, asociarse y reclamar su derecho a la salud, las multinacionales farmacéuticas desarrollaron medicamentos que convierten al SIDA en una enfermedad crónica y no mortal. Aún así, más de cinco millones de personas mueren cada año por el HIV y la mayoría de los enfermos –nueve de cada diez infectados viven en países empobrecidos- no pueden pagarse los tratamientos adecuados.

La vacuna contra el SIDA bien podría llevar años encerrada bajo llave en la caja fuerte de alguna multinacional farmacéutica. Para ninguna de ellas sería rentable comercializarla, sobre todo teniendo en cuenta que las personas más expuestas a esta enfermedad no podrían pagarla y que los enfermos de los países desarrollados ya pagan importantes sumas de dinero para su tratamiento. Este es uno de los abundantes capítulos que pueblan el particular código de “ética” de los grandes grupos químico-farmacéuticos.


Carlos Machado.


Noticias 22/12/2014




La plata: una esperanza contra el cáncer
Fuente: Periodico El Universal
Categories: Cáncer, ¿Sabias qué ...?


Que la plata se use en el mundo de la medicina no es novedad, pero que este metal pueda ayudar en la lucha contra el cáncer, sí es noticia.

En un estudio en un laboratorio británico, se observó que la plata es tan efectiva para matar células cancerosas como lo es la quimioterapia. La ventaja, según explican los científicos, es que a diferencia del fármaco, el metal no provoca efectos secundarios en el tejido sano del paciente.

BBC Mundo dio a conocer los resultados de esta investigación preliminar de las universidades de Leeds y Bradford, Inglaterra. Y aunque aún es muy pronto para hablar de un verdadero avance médico, se sabe ya que algunos compuestos específicos de la plata podrían utilizarse para tratar ciertos tipos de cáncer.

Los pacientes que son sometidos a quimioterapias, frecuentemente pasan por severos episodios de vómito y náusea, y también pueden sufrir fallo renal y ver disminuido seriamente su sistema inmunológico. Es por ello que la esperanza de hallar una alternativa a la quimioterapia es algo que motiva a científicos de todo el mundo a seguir buscando.

Lo que falta por entender aún, según se lee en BBC Mundo, es cómo es que la plata ataca al cáncer. Una vez que se identifique claramente el mecanismo del metal para matar a las células cancerígenas, será posible desarrollar nuevos fármacos que sean menos tóxicos para el cuerpo humano.(nota: o sea como disfrazar que es la simple plata la que hace la labor terapeutica, mezclarle cosas raras, patentarla y poderla vender a precios estratosfericos.)  


Dr. Jacobo Grinberg in memorian.

El 7 de diciembre de 1994 Jacobo Grinberg Zylberbaum y su esposa salen de su residencia hacia la Universidad Nacional Autónoma de México (en Ciudad Universitaria Mexico D.F.) y en el camino son interceptados por dos vehículos de los que salen varios hombres de raza caucásica quienes, violentamente, arrastran al matrimonio hacia los coches de sus raptores. Desde este suceso han transcurrido nueve años.
Grinberg tenía previsto salir en esas fechas hacia el Tibet. Surgen mil y una interrogantes. A quienes les interesaba acallar e interrumpir tan impresionante y apabullante personalidad científica, pionera en el estudio y desarrollo de la Teoría Sintérgica (*) investigador prolífico en el estudio de cerebro y su relación con la Conciencia, profundo conocedor de la meditación y entusiasta estudioso de la Kábala con sus ilimitadas posibilidades se sumergió en cerebros de chamanes y yoguis contrastando sus vivencias con el equipo humano de investigadores y con la tecnología del Laboratorio de la U.N.A.M.. Entrenó a niños de 8-10 años en la visión extraocular y descubrió a través de ellos la capacidad de superponer sus mentes en cerebros de animales e identificar la manera como ellos “ ven” el mundo y su realidad. Confirmó científicamente la telepatía y sus diferentes variantes. Antes de su rapto se encontraba en un proyecto con delfines.

Enfoque sobre la “CREACIÓN DE LA Experiencia” y la SINTERGIA
Fuente: www.bonells.com/paz/grinberg.htm

Noticias 05/05/2014


A partir de la investigación en psicofisiología realizada en los laboratorios de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), se ha creado una teoría que intenta aclarar cuál es el origen de la experiencia, se enuncian sus postulados básicos y se intenta analizar cuáles son sus implicaciones para una teoría del conocimiento.

El propósito del presente escrito es el de aproximarse al análisis sistemático de la Teoría Sintérgica, usando el método filosófico, observando sus implicaciones epistemológicas. Este análisis se hará tomando en cuenta dos de los momentos conceptuales más importantes, que ha tenido la teoría.

La Teoría Sintérgica de la experiencia ha sido creada por un psicofisiólogo mexicano llamado Jacobo Grinberg-Zylberbaum. El devenir de esta teoría ha tenido varias etapas en las cuales ha postulado diferentes procesos de interacción para explicar el origen de la experiencia; esta palabra, LA EXPERIENCIA, tiene un significado especial: es la cualidad que no se puede compartir ni describir, de esa interacción entre nosotros y el mundo. No hay forma lingüística capaz de comunicar la experiencia de la luz, el color, el sonido, etc. Si se trata de describirle, por ejemplo, a un invidente lo que es el rojo por parte de un vidente, nunca podría hacerlo aunque ambos conocieran el lenguaje de la física (se trata de una onda electromagnética que se asocia con x longitud de onda y los órganos visuales están constituidos de tal manera que lo reconocen y diferencian de otras longitudes de onda etc., etc.); lo rojo en sí quedaría sin ser tocado. Grinberg (1981), dice que "... el término experiencia es un todo inclusor,
aún de la conciencia.

Todo lo que sentimos, vemos, oímos; todas nuestras emociones, sensaciones corporales, pensamientos, imágenes, etc., son experiencias. Y no se refiere a técnica, ni memoria o aprendizaje, ni a una maduración psicológica o veteranía. Conciencia es la experiencia del darse cuenta.


El neologismo que aparece en esta teoría es el de Sintergia y surge de las palabras síntesis y energía (Grinberg, 1979). Con los datos anteriores podemos ver lo que propone la teoría, en este momento (1988), para explicar la experiencia. Esta propone que la experiencia surge de la interacción entre el campo neuronal y la lattice del espacio-tiempo. El campo neuronal es la actividad global de un cerebro vivo que resulta de las interacciones de todos los elementos neuronales que lo forman. Y la lattice es, de acuerdo con la mecánica cuántica, la estructura básica de total coherencia y simetría que posee el espacio-tiempo. La lattice constituye el fundamento de la materia, puesto que cualquier alteración de su estructura básica y fundamental da lugar a una partícula elemental. ¹ Todo compuesto químico y cualquier campo energético son alteraciones específicas de la lattice. Este concepto surgió de los estudios de cristalografía de rayos X, en los cuales la estructura de los cristales aparecía como una red hipercompleja, penetrándolo todo. Un sinónimo de lattice es Campo Cuántico. Ahora pasemos al análisis: Si la experiencia lo abarca todo y esta surge de la interacción del campo cuántico y la lattice del espacio-tiempo. Entonces hay dos elementos que interactúan y esta es una posición dualista de ver la realidad. Más adelante analizaremos esta posición. El concepto de campo neuronal, dadas sus características de campo, que va más allá de los elementos que lo componen para abandonar el cerebro e interactuar con el espacio, es un concepto que desde el punto de vista Kantiano se podría llamar trascendental ya que el conocimiento que parte de lo empírico, es decir, de los objetos, así como en Kant, no es del interés de esta teoría, ya que se sabe, por la evidencia experimental del siglo pasado, que finalmente lo que hay, al ser estimulados los sentidos, es actividad electroquímica en el sujeto.


El proceso que condiciona en general la presencia de unos objetos en nuestro conocimiento, es el de interacción. Y a él el de lattice espacio-tiempo. Así que estos dos elementos son trascendentales por que posibilitan el conocimiento apriori. Aquí, como en Kant, no hay interés por explicar lo empírico inmanente a la experiencia por medio de otras cosas empíricas inmanentes, igualmente, a la experiencia. El interés se centra en las condiciones que lo posibilitan y lo posibilita es el sujeto cognoscente cuando, voluntariamente, lo decide. Este no procede de la experiencia, sino que la posibilita. Es una condición de la misma. Esto pone de manifiesto a tres elementos: al yo (sensible), al sujeto (el que percibe) y al pensamiento. Así en la filosofía Kantiana se supone un objeto trascendental y a un yo empírico y racional, con lo cual se indica, de qué manera el sujeto es una condición no empírica de lo empírico. ¿Qué es pues la verdad empírica y qué es la trascendentalidad? La trascendentalidad (la independencia del objeto respecto al sujeto y viceversa) no se puede dar dentro de lo empírico.


No basta con ver las cosas para conocerlas. Por eso se requiere de un lenguaje diferente. La trascendentalidad escapa a lo empírico. La experiencia - como emergente - escapa a sus elementos de interacción, pero sigue suponiendo un no-yo como su condición. De ahí que este no-yo exista sin las formas apriorísticas de nuestro conocimiento. Es algo en sí, ciertamente no es el objeto de nuestra visión sensible y este mismo es frontera de nuestra experiencia. Kant, de esta manera introdujo el concepto límite. Sin embargo, en esta teoría, el concepto de campo neuronal implica la posibilidad de no tener límites, ya que este interactúa con el espacio y en él, según ciertas tradiciones espirituales, se encuentra un registro total de pensamientos, acciones y vivencias. Este registro llamado akhashico, puede ser decodificado y así recuperada toda la información de la historia del pensamiento humano y del universo (Gringberg, 1980) Una de las escuelas occidentales que considera esta idea, supone que la información esta grabada en la organización química y molecular de los compuestos orgánicos que forman nuestro cuerpo. Una célula contiene, en su composición química, información detallada acerca de todo lo que ha ocurrido desde la aparición de la materia. El cerebro es capaz de decodificar esa información, transformándola en algo más familiar para el manejo consciente: Imágenes visuales, códigos sonoros etc. Regresando a la posición dualista de esta teoría en ese momento, se puede agregar que no se salvó de la influencia de la piedra angular de la filosofía, la teología y ciencia de occidente, que en términos generales es la filosofía griega y esta es la filosofía de los dualismos. Sin embargo, gracias a la metodología científica (que potencialmente es capaz de destruir los dualismos). Se inició un proceso de autoaniquilamiento del dualismo cartesiano (sujeto frente al objeto).


Este punto es interesante, ya que los conceptos que fundamentaron esta teoría parten de lo que "cimbró" a la física clásica en su estructura básica dual: la mecánica cuántica. Los físicos se dieron cuenta que "... la medición y la verificación objetiva ya no podían ser el sello de la realidad absoluta, porque el objeto medido no podía ser completamente separado del sujeto que lo medía " -(Wilber, 1990). Las preguntas consecuentes serían ¿Cómo se verifica al verificador, puesto que este es indudablemente parte del todo? Se sabe que ningún sistema de observación puede observarse observando. El ojo tiene siempre un punto ciego y es por esto, que en la base de los intentos dualistas encontramos incertidumbre y la incompletitud (que dicho sea de paso, en los sistemas formales de las matemáticas, Cura Gödel, creó el "teorema de la incompletitud" que es una demostración matemáticamente rigurosa de que todo sistema de lógica debe tener una premisa que no pueda ser demostrada o verificada sin contradecirse). Así como en la física, esta teoría renunció al dualismo, a esa división ilusoria entre sujeto y objeto, mente y cuerpo, energía y materia, para postular su nueva hipótesis acerca del origen de la experiencia: la hipótesis postula que la experiencia surge de una hipercompleja distorsión de la lattice espacio-tiempo. La lattice o campo cuántico es, como ya se ha dicho, la matriz del espacio. El espacio posee diferentes niveles de organización (Wallace, 1986), de los cuales la Lattice es la más fundamental. En el estado puro se encuentra con una absoluta coherencia y simetría. Cualquier distorsión en su estructura se manifiesta como una partícula elemental o un objeto complejo. Cada activación de una neurona provoca una microdistorsión (transformación o modulación) de la Lattice. El grupo de microdistorsiones resultante de la activación del total de elementos neuronales, crea una hipercompleja macrodistorsión llamada campo neuronal.

Cada modalidad sensorial esta asociada con un campo neuronal activado con una particular duración del presente, conteniendo diferentes cantidades de información y vibrando con diferentes frecuencias. Así la experiencia ya no surge de una interacción sino que, simplemente, es decodificada, a partir de las distorsiones que sufre la Lattice del espacio-tiempo. Y aquí se reconoce que hay otra posibilidad de conocer la Realidad, posibilidad que opera sin separar al que conoce de lo conocido. Proceso al cual Eddington llama, "íntimo", ya que en su funcionamiento el sujeto y el objeto están íntimamente unidos. En el momento en que aparece el dualismo esta intimidad se pierde y es remplazada por el simbolismo. Por lo tanto el conocimiento dualista es un conocimiento simbólico y como consecuencia ilusorio. Así pues, se dispone, y esta teoría lo vivió así: dos modos de conocer básicos.


El conocimiento simbólico, por mapas (Korzybski, lo explicó con su ejemplo de mapa-territorio: el territorio es el proceso del mundo con su realidad concreta, mientras que un mapa es algo que lo representa. El mapa no es el territorio, inferencial, interaccionista; en tanto que el otro se ha considerado conocimiento íntimo, directo, no dual. Los científicos, teólogos, psicofisiólogos, etc. dejaron de hablar de la realidad (etiquetarla) para vivenciarla, y es el contenido de esta experiencia no-dual lo que universalmente se conoce como Realidad Absoluta. Esto no puede reducirse a una demostración lógica, sino que es una invitación a constatar y saber por el investigador si es verdad o no. Haciendo una pequeña traslación de esta discusión epistemológica hacia una base psicológica se puede señalar que los diferentes modos de conocer corresponden a diferentes niveles de conciencia y fisiológicamente se señala que a diferentes niveles neurosintérgicos le corresponden diferentes modalidades experienciales (Wilber, 1990; Grinberg, 1991), un aumento en la neurosintergia a tal grado de semejanza con el espacio llevaría a la conciencia de unidad. Nuestra identidad personal tiene que ver con el nivel de conciencia desde el cual operamos. Un cambio en nuestro modo de conocer nos lleva a un cambio en nuestro sentimiento de identidad básico.

Volviendo a la discusión central, si usamos el modo de conocer dualista nos separamos, nos sentimos ajenos y distintos al universo; aún para nosotros mismos somos objetos de nosotros. El otro tipo de conocimiento trae consigo unidad (parte de su naturaleza es ser uno con aquello que conoce). Cuando en párrafos anteriores se mencionaba el contenido de este tipo de conocimiento como Realidad Absoluta, no es que exista una cosa que se llame así y otra que se llame conocimiento de la Realidad Absoluta (expresiones dualistas).

Más bien el conocer no-dual es la Realidad y a la vez es su contenido. Aquí el lenguaje impide acercarse a una expresión más clara. Sin embargo, se debe considerar que conocer y real se funden en la misma experiencia. Así se llega a una conclusión sorprendente.


La correspondencia entre los niveles de conciencia y modos de conocer es cierta y puesto que la Realidad es un modo de conocer, entonces la Realidad es un nivel de conciencia. Esto significa que - aunque regrese al modo dualista de expresión - la realidad es lo que se revela a partir del nivel de conciencia no dual al cual se le ha llamado mente. Que se revela es un hecho, una vivencia pero aquello que se revela es algo que no se puede describir con precisión sin volver al conocer simbólico. Por eso, la realidad no es ideal, no es material, no es espiritual, no es concreta, no es mecanicista ni vitalista; la realidad es un nivel de conciencia y sólo ese nivel es real. Tal vez sea necesario aclarar que aquí no se trata de la doctrina filosófica del idealismo subjetivo, posición para la cual el universo puede ser explicado exclusivamente como el contenido de la conciencia, para lo cual el sujeto (o ideal) es lo único real, mientras que todos los objetos son epifenómenos . Esta es una forma rebuscada de esquivar el problema del dualismo, proclamando que la mitad es irreal (los objetos).

La propuesta va hacia la vivencia, que es en sí misma la ausencia de todo punto de vista, no uno entre muchos. La concepción ordinaria del mundo puede cogerse a sí misma (la imagen fragmentaria de la realidad, nos pierde en nuestra propia sombra). Las tradiciones espirituales han tratado de decirnos que es necesario mirar a través de las ilusiones del dualismo y despertar al mundo real, que también se le llama vacío, lo hueco, sunyata, agnoia. Estas expresiones apuntan en la dirección de que el mundo real esta vacío de cosas separadas, las cuales son producto del pensamiento y no de la realidad. Aún cuando la Realidad sea inexpresable, es vivenciable. Y si es posible vivenciarla sin nuestros conceptos acerca de ella o sobre ella: entonces rompemos la brecha entre el conocedor y lo conocido. La realidad y la percepción son lo mismo El universo se conoce como universo y este modo de conocer se corresponde con una función (o nivel neurosintérgico) que se designa como mente, y puesto que conocer la Realidad es ser la Realidad, entonces se puede decir como Ken Wilber: "la Realidad como nivel de conciencia o la Realidad como sólo mente".

Nota: la formulación de la teoría fue extraída de una Página Web asociada a la UNAM (http://homepage.mac.com/penagoscorzo/index.html).
Todos los destacados son del transcriptor.

Noticias 25/11/2014

Documental "THRIVE" PROSPERAR ¿Porque en el mundo hay tanta pobreza?, ¿Porque la gente sigue tan enferma?, Porque se sigue utilizando energia contaminante? esta y muchas preguntas mas las responde este documental hecho por el heredero de la multinacional Procter & Gamble (Foster Gamble) que conoce de primera mano los circuitos del poder.

Noticias 22/11/2014
El que aun no se haya descubierto una medicina alopatica, es decir que aun no hayan descubierto una formula quimica patentable y muy redituable en el aspecto economico o un procedimiento quirurgico,que remita un determinado padecimiento no quiere decir que sea incurable, lo correcto seria decir, es incurable aun para la medicina alopatica, pero debes saber que existen mas cosas en la naturaleza que pueden otorgar curacion, lo que nos mata no son las enfermedades es nuestra ignorancia.


Noticias 20/11/2014

¡AVISO IMPORTANTE!

¿Tienes dudas acerca del tratamiento?
¿No sabes si probarlo o no?
¿si te podria ayudar o solo es un tratamiento "mas" que promete y no cumple y solo gastas en vano?
ven con nosotros

Si padeces CANCER o una enfermedad CRONICO DEGENERATIVA SEVERA y si no te recuperas de forma notoria y comprobable

NO PAGAS NI UN PESO DEL TRATAMIENTO

asi como lo oyes durante todo el tratamiento no pagas absolutamente nada hasta que los resultados nos demuestren que estas en plena recuperacion.

¡ Ven y Compruebalo !

PORQUE ES LO JUSTO ASI DE SIMPLE

la mayoria de los enfermos aparte de perder su salud, pierden su dinero en tratamientos carisimos que ni los ayudan, solo falsas promesas e incluso hasta se agrava mas el padecimiento

Por una NUEVA ECONOMIA mas justa y en beneficio del enfermo en este 2012.

Nota: Si esto te interesa, requerimos que el padecimiento este debidamente diagnosticado por estudios de gabinete o laboratorio, solo hablanos pide tu cita y comenzamos el tratamiento de inmediato, (no es invasivo, es libre de medicamentos, no es doloroso, de hecho es hasta relajante, no es mistico, la sustentacion es cientifica) no se firma nada, ni protocolos raros, confiamos en ti y te pedimos reciprocidad, apertura, prestarse al tratamiento y seguirlo el tiempo que dure, danos el beneficio de la duda recuerda que con un poco de Fe todo es posible. Intentalo ¿que puedes perder? mas no podemos ofrecerte. lo que nos enferma y mata no son las enfermedades es nuestra ignorancia.

Noticias 10/10/2014

¡NO SE PUEDE TRATAR LO QUE NO SE CONOCE ! mas del 70% de los diagnosticos son erroneos porque son hechos en base a "creencias" , se cree que tal o cual patologia esta causada por tal o cual factor, pero cuando indagas en profundidad solo han llegado a "teorias" sin comprobacion alguna y que son vendidas como realidades absolutas, al grado tal que actualmente ni siquiera se sabe cual es el mecanismo de contagio de las infecciones virales como la simple gripe ...si la patologia no es reconocida en su origen o raiz el diagnostico sera equivocado y mucho mas lo sera el tratamiento... el padecimiento empeorara, ya que erroneamente pensamos que los medicamentos nos estan curando o "controlando" cuando en verdad solo estan DISFRAZANDO SINTOMAS DE FORMA IRRESPONSABLE Y LA PATOLOGIA AVANZA DE FORMA INEXORABLE.... Asi tambien si el transtorno es descubierto y conocido en su ETIOLOGIA se podra atacar el problema de una forma eficaz y como consecuencia el padecimiento se detendra sea cual sea y se remisionaran los sintomas en un tiempo indeterminado pero alentador y en grado tal en la medida en que los tejidos hubieran sido dañados, afortunadamente el cuerpo humano se regenera de forma maravillosa solamente eliminando los elementos que entorpecen su buen funcionamiento.

Noticias 07/10/2014



¿Quien Soy Yo?
Soy Doctora
He practicado medicina en el campo de la plebologia por mas de 20 años, nunca durante todo este tiempo
he dejado de hacerme estas preguntas:
¿Porque ciertas enfermedades son incurables?
¿Porque hay ciertas personas que siempre estan enfermas y otras no?
¿Porque algunas personas mueren de alguna enfermedad y otras se recuperan?
¿Porque los costos medicos siguen incrementandose cada vez mas y mas?
¿Porque a algunos medicos o terapistas se les prohibe ejercer su profesion?
¿Porque solo se remumera el tratamiento activo y no el preventivo?
¿Porque la gente sigue muriendo de cancer despues de 50 años de supuesta investigacion intensiva a costos astronomicos?
¿Porque los gobiernos asignan cada vez menos recursos al servicio medico publico?
¿Porque muchos pacientes ni siquiera saben lo que estan padeciendo?
¿Porque ni siquiera saben porque se les esta operando?
¿Porque ni siquiera saben para que se les esta tratando?
¿Porque la gente esta tan poco informada acerca de las medicinas alternativas?
¿Porque hay tanta gente tan infeliz con el actual sistema medico y hospitalario?
¿Porque existen tantas organizaciones y agencias relacionada con el area medica?
¿A quien protegen Al paciente o sus propios intereses?
¿Porque los medicos siguen tratando los sintomas y no la raiz del transtorno?
Medicina es la que Cura


Medicina es la que Cura extracto del Libro "La Mafia Medica" - Ghislaine Lanctot (ex M.D.)


Noticias 01/07/2014

¿Cual es el costo de las quimioterapias?

LAS QUIMIOTERAPIAS SON MUY CARAS

Los tratamientos son muy costosos, dependiendo del tipo de Cáncer y la Etapa en la que se encuentren
La Quimioterapia más barata tiene un costo de $5,000.00 a $6,000.00 por ciclo y en promedio una persona necesita 21 ciclos de quimioterapia cada determinado tiempo que varía ya que puede ser que la necesite cada 3 , 6 o 12 meses, dependiendo del tipo de Cáncer.
Las Quimioterapias más caras llegan a tener un costo > $100,000.00 por ciclo de quimioterapia por un período de 5 años o más.
(Fuente: Blog Centro de Apoyo a Enfermos de Cancer)

¿Cual es su efectividad?

LA VERDAD ACERCA DE LA EFECTIVIDAD DE LAS QUIMIOTERAPIAS

La quimioterapia, la radiación y la cirugía son los tratamientos oficiales para el cáncer. Se reproducen aquí fragmentos del libro "Reclaiming Our Health", de John Robbins.


Historia de la quimioterapia
En diciembre de 1945, un barco de guerra norteamericano fue atacado en el puerto de Bari, Italia. Llevaba 100 toneladas de gas mostaza, un arma química. Fue un gran desastre. El gas mostaza fue liberado, y murieron muchas personas. Los oficiales médicos notaron que los sobrevivientes sufrieron una profunda depresión de la médula y una gran disminución del número de glóbulos blancos. Surgió así la idea de administrar este tipo de sustancias químicas a pacientes oncológicos. Estas sustancias matan a todas las células de división rápida del cuerpo, al momento de la adminstración del medicamento. Como las células cancerosas se dividen rápidamente, según la teoría, la quimioterapia las destruye, mientras que preserva las células de división más lenta.

Luego de la 2° Guerra Mundial, se eligió a Cornelius Rhoads, que había sido Jefe del Servicio de Armas Químicas del ejército de los EE.UU., como nuevo director de investigaciones del Centro Oncológico Memorial Sloan-Kettering (el centro de tratamiento e investigación oncológica más importante y famoso del mundo). Bajo su dirección, se emprendió la investigación de 1.500 tipos de gas mostaza nitrogenado como tratamiento para el cáncer.
En 1971, el presidente Nixon declaró la guerra contra el cáncer, en la que se invirtieron decenas de miles de millones de dólares durante varias décadas, en investigación y tratamiento con quimioterapia. Se creía que con suficiente inversión, se podría erradicar el cáncer.


Científicos críticos
Si bien se cree que la quimioterapia ha contribuido sustancialmente en el tratamiento del cáncer, a mediados de la década del ´80 empezaron a publicarse artículos científicos que ponían en duda tal creencia. En 1985, el Dr. John Cairns, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, publicó un artículo sobre la guerra contra el cáncer, en el que mostró que la quimioterapia salvaba las vidas de solamente entre el 2% y el 4% de las pacientes. Según él, a pesar de la inmensa inversión en investigación, este tratamiento no era capaz de vencer a ninguno de los cánceres más comunes.

Al año siguiente, el Dr. John C. Bailar III (Ph.D.) publicó un estudio muy importante. El Dr. Bailar tenía un altísimo prestigio en la comunidad médica, había sido editor de la Revista del Instituto Nacional del Cáncer, y pertenecía al Departamento de Bioestadísticas de la Escuela de Salud Pública de Harvard. Luego de evaluar cuidadosamente las estadísticas, perdió la fe en la quimioterapia y también en la guerra contra el cáncer. En sus palabras, los intentos crecientes e intensos de mejorar el tratamiento del cáncer, durante los últimos 35 años, han tenido muy poco efecto sobre el parámetro más fundamental de resultado clínico: la muerte. A grandes rasgos, los efuerzos para controlar el cáncer han fracasado.

En 1990, el Dr. Ulrich Abel, experto en bioestadística oncológica de la Universidad de Heidelberg, Alemania, publicó el estudio más abarcativo jamás realizado sobre la quimioterapia. Su inquietud fue creciendo durante diez años de trabajo en el área de estadística en oncología clínica. Dice el Dr Abel: Un análisis sobrio y desprejuiciado de la literatura revela que los regímenes (de medicamentos) en cuestión raramente tienen algún beneficio terapéutico... Para la gran mayoría de los cánceres epiteliales avanzados, no hay evidencia de que el tratamiento con estas drogas extienda o mejore la vida. Esta afirmación es asombrosa viniendo de un miembro del establishment del cáncer. En Alemania, le valieron un importante artículo, mayormente favorable, en Der Spiegel, el equivalente alemán de la revista Time. En otros países, no se le dio a su trabajo la importancia que tiene. Al decir epitelial, el Dr. Abel se refiere a las formas más frecuentes de adenocarcinoma - pulmón, mama, próstata, colon, etc. Estos constituyen por lo menos el 80% de las muertes de cáncer en los países industriales avanzados. Cada vez con mayor frecuencia, se utiliza quimioterapia en casos avanzados de cáncer. En todo el mundo, mueren más de un millón de personas a causa de estos tipos de cáncer, y la mayoría recibe alguna forma de terapia citotóxica sistémica antes de morir.

Mientras escribía su monografía, el Dr. Abel realizó una encuesta entre cientos de oncólogos. Las opiniones personales de muchos oncólogos, nos informa, parecen contrastar de manera significativa con lo que se comunica al público. De hecho, el Dr. Abel cita estudios en los que muchos oncólogos sostienen que no utilizarían quimioterapia si tuvieran cáncer. El establishment atribuye el supuesto aumento histórico en la tasa de supervivencia a 5 años de las últimas décadas a los efectos beneficiosos de la quimioterapia. Los expertos modernos en metodología están de acuerdo en que la única manera de obtener información confiable sobre el valor relativo de dos terapias es realizar comparaciones aleatorias. Es sorprendente que casi nunca se lleven a cabo tales comparaciones en el caso de las terapias ortodoxas. La supervivencia a 5 años puede ser mejor hoy que años atrás debido a mejoras en la detección temprana y/o a mejoras en los cuidados paliativos.

Si la realidad de la quimioterapia es tan poco alentadora como dice el Dr. Abel, ¿cómo surgió la idea de utilizarla para los tipos principales de cáncer? Uno de los motivos es que a menudo las drogas sí logran algo: reducen los tumores. Pero en contra de lo que comúnmente se cree, la reducción de la masa del tumor no alarga la vida. De hecho, en ocasiones, el cáncer regresa más agresivamente, porque matar al 99% de las células cancerosas alienta el crecimiento de cepas de células malignas resistentes a las drogas.

¿Al menos la quimioterapia mejora la calidad de vida del paciente?
Probablemente otorga un alivio psicológico al pensar que se está haciendo algo contra la enfermedad (sin embargo, como acabamos de ver, esto puede no ser cierto en la mayoría de los casos). Es valioso si alivia los síntomas, como en el cáncer en la cabeza o en el cuello. Pero como señala el Dr. Abel, hasta ahora no han habido estudios aleatorios que brinden una clara evidencia de que la quimioterapia mejora la calidad de vida. De hecho, la mayoría de estas drogas son tan tóxicas que pueden disminuir mucho la calidad de vida.

¿Y qué hay de la infrecuente y afortunada persona cuyo carcinoma avanzado parece curarse por el tratamiento con drogas?
Hay que evaluar el beneficio de esta persona contra el costo total de todos aquellos que reciben el tratamiento y no se benefician, la totalidad del riesgo versus el beneficio, de lo contrario el argumento adquiere la misma lógica que una recomendación de apostar basada en las ganancias de los ganadores

En resumen, según el Dr. Ulrich Abel, la oncología no ha sido capaz de proporcionar bases científicas sólidas para la terapia citotóxica tal como se la usa actualmente. Sin embargo, la tesis de la eficacia de la quimioterapia ha tomado el carácter de un dogma. De hecho, tanto en Alemania como en los EE.UU., no es ético. no brindarle estos tratamientos tóxicos a un creciente número de pacientes. Por lo tanto, la oncología clínica se ha vuelto prisionera de su propio dogma.

Uno de los pocos estudios que comparó pacientes que recibían tratamiento oncológico convencional con pacientes que no recibían ningún tratamiento fue dirigido por el Dr. Hardin Jones, profesor de física y fisiología médicas en la Universidad de California. Ante un panel de la Sociedad Norteamericana del Cáncer, dijo: "Mis estudios han demostrado de manera concluyente que los pacientes que no reciben ningún tratamiento viven de hecho hasta cuatro veces más que los que sí lo reciben. Para un tipo típico de cáncer, las personas que no aceptaron el tratamiento vivieron un promedio de 12 años y medio. Aquellos que aceptaron la cirugía y otros tratamientos vivieron de promedio sólo 3 años.

Más sobre la reducción de los tumores
Quienes tienen cáncer suelen preguntar ¿Qué chances tengo con la quimioterapia?. A menudo los médicos dicen que la respuesta puede ser del 60% o 75%. Para el paciente esto suena muy alentador, y entonces acepta la quimio, por más que implique un gran sufrimiento, creyendo que los beneficios serán mayores que los efectos negativos. Pero tal como lo señala Ralph Moss, Ph.D., en su libro Cuestionando la quimioterapia (1995), el médico dice índice de respuesta pero el paciente oye cura. Estos pacientes y sus familias pueden ponerse furiosos al darse cuenta de que por lo general la respuesta no significa más tiempo de vida ni una mejor calidad de vida. Aunque la creencia de que la reducción del tumor extiende la vida se acepta casi universalmente, esta creencia es falsa. Algunos oncólogos tienen bien claro que esto es así... saben que la reducción del tumor no dice nada sobre las expectativas de vida del paciente... la reducción del tumor es el principal parámetro de efectividad de la quimioterapia. Esto tiene mucha importancia, porque los médicos rutinariamente buscan lograr tal respuesta, y le dicen a sus pacientes que es un objetivo muy deseado en el tratamiento (basados en esta creencia falsa) [...] Esta es una de las ilusiones primarias de la oncología.

En 1988, un científico del Instituto Nacional del Cáncer (EE.UU.) publicó estadísticas en el prestigioso Cecil´s Textbook of Medicine indicando que para muchos tipos de cáncer (cáncer de mama, estómago, próstata, cabeza y cuello, vegija y otros) la tasa de respuesta a la quimioterapia era de 75%. Sin embargo, para estos mismos cánceres, casi no había casos de sobrevida prolongada libre de enfermedad.


¿Cuán tóxica es la quimioterapia?

En los manuales modernos sobre el tema, se recomienda a las enfermeras usar batas de manga larga, gafas, protección para los zapatos, y guantes extra gruesos, que deben cambiarse cada media hora. Se les instruye que nunca coman, beban, fumen o se apliquen cosméticos en el área de preparación de las drogas. Se les advierte que la mera manipulación de las drogas tiene riesgos significativos, tales como anormalidades reproductivas, lesiones hepáticas y de los cromosomas, y problemas hematológicos.

Si estos son los riesgos de manipular las drogas, ¿cuál es el riesgo de introducirlas en el cuerpo de una persona enferma? Las drogas quimioterapéuticas son una de las sustancias más tóxicas que se introducen intencionalmente en el cuerpo humano.

Si todo esto es cierto, ¿cómo es posible que se siga usando la quimioterapia rutinariamente? El tratamiento alopático del cáncer mueve cientos de miles de millones de dólares al año en el mundo entero. No es difícil entender por qué sigue existiendo. Las alternativas existen, pero son menos costosas y muchas ni siquiera pueden patentarse.

Comentario personal: AFORTUNADAMENTE EXISTEN ALTERNATIVAS QUE EN VERDAD SON MUCHISIMO MAS EFICACES, MUCHO MAS ECONOMICAS, SIN DAÑOS SECUNDARIOS Y SIN SUFRIMIENTO DEL PACIENTE

Otras alternativas ademas del Clorito de Sodio para combatir la enfermedad son:

Biomagnetismo Medico (del Dr. Issac Goiz, altamente eficaz, pueden consultar su libro "El Fenomeno Tumoral" editado por la Universidad de Loja en Quito Ecuador donde se habla mas acerca de este tema especifico de cancer y Biomagnetismo)

Referencias
1 - Robert Harris y Jeremy Paxman, A Higher Form of Killing: The Secret Story of Chemical and Biological Warfare (New York: Hill and Wang, 1982) pp. 119-25. Ver también este documento de la American Cancer Society de los EE.UU.
2 - Sharon Batt, Patient no more (Charlottetown, PEI, Canadá, Synergy Books, 1994), p.86
3 - John Cairns, "The Treatment of Diseases and the War against Cancer", Scientific American, 253 (5), Nov. 1985, pp. 51-59.
4 - John Bailar and Elaine Smith, "Progress against Cancer?", New England Journal of Medicine, 314, 8 de mayo, 1986, pp. 1226-33.
5 - Ulrich Abel, "Chemotherapy of Advanced Epithelial Cancer", Hippokrates Verlag Sttutgart, 1990.
6 - Transactions, New York Academy of Science, series 2, v. 19 n. 3, p. 322.
7 - Ralph Moss, Questioning Chemotherapy, (Brooklyn, New York, Equinox), 1995, p. 21.
8 - Cecil Textbook of Medicine, 18° edición, citado en Ralph Moss, p. 57.
9 - S. Loeb, Chemotherapy Handbook (Springhouse, PA: Springhouse Corp., 1994).


El material de este artículo fue tomado, con permiso, del libro "Reclaiming Our Health", de John Robbins (H.J. Kramer, Tiburon, California, 1996), y de "Se derrumba el "Muro de Berlín" de la quimioterapia", de Ralph Moss.

Se desmorona el muro de Berlín de la quimioterapia
Tomado de The cancer Chronicles, nro. 7
Diciembre, 1990, por Ralph W. Moss, Ph. D.


Noticias 26/07/2014


LA REBELIÓN DE LOS MÉDICOS

Revista fuente del artículo: www.dsalud.com

¡CISMA EN LA ONCOLOGÍA!
Un grupo de prestigiosos oncólogos publica una CARTA ABIERTA A MARIANO BARBACID en la que cuestionan tanto lo que oficialmente se afirma del cáncer como los tratamientos que se utilizan.
Un grupo de prestigiosos oncólogos médicos e investigadores en el campo de la Oncología -básica y clínica- ha decidido enviar a través de Discovery DSALUD una Carta abierta al Dr. Mariano Barbacid -Director del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO)- en la que le solicitan responda públicamente a una serie de cuestiones de vital importancia en el momento actual de la investigación del cáncer y diga si está de acuerdo en que ha llegado la hora de hacerse un replanteamiento global sobre esta patología, muy especialmente en lo que a la manera de afrontarla se refiere dado el fracaso de los actuales tratamientos médicos en la mayoría de los tumores malignos.
Los firmantes -miembros de la International Society for Proton Dynamics of Cancer (ISPDC) o Sociedad Internacional de la Dinámica de Protones en el Tratamiento del Cáncer (www.ispdc.net)-, son el Dr. Salvador Harguindey –del Instituto de Biología Clínica y Metabolismo (IBCM) de Vitoria y vicepresidente de la mencionada sociedad-, el Dr. Stefano Fais -Director de la Sección de Medicamentos Antitumorales del Departamento de Investigación Terapéutica y Evaluación de Medicinas del Instituto Nacional de la Salud de Roma (Italia) y presidente del ISPDC-, la Dra. Miriam L. Wahl –ex
Directora del Laboratorio de pH Tumoral de la Universidad de Duke (Carolina del Norte, EEUU) y miembro de la Facultad de Medicina de la Universidad de Baltimore (EEUU)- y el Dr. Stephan J. Reshkin -profesor del Departamento de Fisiología General y Ambiental de la Universidad de Bari (Italia)-.
La carta –extensa y técnica- aparece íntegra en el número de Discovery DSALUD que salió a la venta el pasado viernes 24 de diciembre- y en ella se denuncia que la afirmación de que la palabra “cáncer” engloba en realidad “a más de 200 enfermedades distintas” es una aseveración que “corresponde a una visión obsoleta del cáncer que se opone frontalmente al moderno paradigma surgido en la Oncología hace escasos años”.
“(…) Cabe preguntar tanto al Dr. Barbacid como a quienes con él comparten aún la misma reduccionista y disgregadora
cosmovisión oncológica –agrega la carta- qué es lo que en verdad sabe la mayoría de los investigadores en la actualidad sobre la naturaleza íntima y esencial de las enfermedades neoplásicas para sostener que el cáncer son ‘200 enfermedades diferentes’. Es regla de oro de la Medicina que sólo llegando a la raíz, a lo que subyace en cualquier problema de salud, se puede acceder a una comprensión racional e interpretación correcta de una patología, paso previo imprescindible para aspirar tanto a prevenirla como a tratarla adecuadamente una vez se haya manifestado. Sin conocer la causa o causas primarias (etiología), los mecanismos intermediarios (etiopatogenia) y la esencia íntima de una enfermedad (su naturaleza) no se puede siquiera pensar en superarla. Y eso es así muy especialmente en este caso porque como ya dijo el padre de la bioquímica del cáncer, Otto Warburg, sólo podremos curar lo que primero podamos entender”.
La Carta Abierta plantea a continuación numerosas preguntas al Dr. Barbacid y a quienes con él comparten su trasnochada visión del cáncer solicitando que las responda públicamente para conocimiento de médicos y medios de comunicación.
“El enfoque y paradigma conceptual asumido hasta hoy está muerto –se afirma en la carta-. Ha sido necesario replantearse todo lo que se cree saber sobre esta patología desde la raíz antes de haber conseguido poder integrar sus muchas caras y ramas dentro del árbol de la ciencia de una unidad superior, el llamado ‘paradigma emergente’”. Y se añade: “¿No se puede -o no se quiere- entender aún que ha llegado ya la hora de que los profesionales de la investigación oncológica de todo el mundo se conciencien de esta realidad y de que deben familiarizarse cuanto antes con las claves de los principales sistemas energéticos del funcionamiento anormal y específico de todas las células y tumores malignos?”
Más adelante se afirma: “Tal vez haya llegado la hora -o esté cada vez más cerca- de que los oncólogos básicos y clínicos consigan despertar y decidirse a plantear otras alternativas y, al mismo tiempo, hagan acopio de la necesaria inspiración, generosidad y valor para dejar de vivir esclavizados y embobados por ese Gran Hermano de la Oncología que constituyen las grandes multinacionales farmacéuticas, entidades de dudosa ética a las que sólo les importan sus intereses económicos y cuyas dinámicas y motivaciones -muchas veces pseudocientíficas- llevan a tratar por todos los medios de comercializar medicaciones cada día más tóxicas, menos efectivas y más caras”.

LOS MÉDICOS SE REBELAN
La carta, que puede leerse íntegra en el número de Discovery DSALUD que se encuentra a la venta en los kioscos, termina diciendo: “En suma, los abajo firmantes postulamos un nuevo paradigma integral, unitario y radical de las enfermedades neoplásicas por entender que todos los tumores malignos tienen más factores en común que diferencias entre ellos, tal como ha sido consensuado en el reciente I Congreso Internacional de la Sociedad para el Estudio de las Dinámicas de Protones en el Cáncer celebrado a principios de septiembre pasado en Roma (www.ispdc.com). Ello exige abandonar, también radicalmente, el actual modelo analítico-reduccionista y desintegrado que insiste en que la palabra cáncer designa a más de 200 enfermedades distintas que han de ser tratadas con infinidad de combinaciones farmacológicas diferentes a pesar de que a día de hoy los quimioterápicos han demostrado ser más tóxicos que eficaces, exceptuando los tumores germinales y algunas leucemias y linfomas, neoplasias que conforman una muy reducida minoría dentro del conjunto de todos los tumores malignos. Y eso significa que persistir en el camino trillado sólo puede ahondar aún más en el mayoritario fracaso terapéutico de la Oncología Médica actual al mismo tiempo que impedir y detener todo posible avance y verdadero progreso”.

Revista fuente del artículo: www.dsalud.com
Autor del texto: Trinity a Tierra

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